Allí (Poema)

Fuente

Allí
en el remoto confín del firmamento,
en el fugaz estallido de los segundos,
por entre el plumaje escarlata del sol.
Mas allá del hombre, cerca de Dios
vamos a amarnos.

Perdidos en el extraño mundo del silencio,
transmutados entre el tropel de los corceles;
llanto hilarico del asfalto y el cemento.
Perdidos entre nuestros muslos,
impredecibles noches de luna llena.

Allí
en la ficción perfecta del universo,
creación compleja y uniforme del átomo;
infinita memoria de nuestras células.
Mas allá del fluido de nuestras sangres
vamos a amarnos.

Iremos cerrando todas las ventanas,
pórticos errantes que llevan a tus labios
el camino de luz de todos mis besos.
Delirio de formas que se transforman
y nos funden haciéndonos parte del mundo.

Sombras de nubes que cubren el suelo.
Astrales horas de crepúsculos dorados
sobre ondas marfileas de tu pecho
por donde mi mano se extravía
en el goce supremo de una caricia.

Mas allá de nuestros cuerpos y almas.
Mas allá de la sonrisa inocente del niño.
Mas allá del triste caminar del mendigo,
perdidos entre el otoño del sol
vamos a amarnos.

Sin romper el silencio de los arboles,
solitarios seres que no vagan en el limbo.
Con la fuerza de mis ansias, mi pasión de hombre,
con la ternura de tu alma, la caricia de tu pelo,
en el confín de nuestros sexos vamos a amarnos.

Allí
entre las sabanas, sobre la cama revuelta,
entre el bullicio del mundo que nos rodea,
íntimamente mezclados con la naturaleza,
sórdida canción de aldeas que se pierden.
Allí fundiremos cuerpo y alma y moriremos.