Diálogo apócrifo entre Lope de Vega y Francisco de Quevedo (al modo de ficción y en español moderno)

avatar
(Edited)

A propósito del tributo que la comunidad #Literatos ha planteado realizar al inmenso escritor español Lope de Vega (y a través de él, a la décima espinela)(ver), he querido ofrecer un texto de ficción que intenta recrear, con respeto, la figura del poeta, en esa línea que he presentado otras veces por aquí en juego intertextual, tan querido para mí. Se nutre mi trabajo de textos biográficos existentes, de los que dejo enlaces al final.


Caricatura de Lope de Vega hecha por Sciammarella Fuente


Postrado en el aposento de la calle Francos, luego del ataque cardíaco que lo desmoronó:

–Este reposo, después del dolor inmenso en el corazón, me tiene inquieto, Francisco. No te veo con claridad, aunque tus anteojos brillan en la penumbra.

-Tiene que estar tranquilo, Lope, mi respetado poeta. Sus males han aumentado a su edad…72 años, ¿no? Debe evitar tanto trajín, tanto esfuerzo tratando de escribir.

-He tenido mucho celo con mi trabajo de escritor, aunque no me haya sido reconocido del todo por los académicos. Y tú lo sabes, querido Francisco. Tú que también has sido víctima del desconocimiento y hasta de la censura. Mucho te agradezco la defensa que has hecho de mi obra.

-Pues qué decirle, maestro… Ha sido usted, un "monstruo", como lo calificó Cervantes. Se pierde de vista la inmensidad de sus creaciones. Leí que se contaban unos 3.000 sonetos, unas 1.800 comedias…

-Pero, ¿qué quedará de esa abundancia?

-Mucho, mucho… Inolvidables serán la Dorotea, Fuenteovejuna

-¡Ah, el pueblo que se levanta contra la opresión…! ¿Volverá a pasar? La pobreza, la enfermedad, la manipulación, lo siguen acosando.


Lope de Vega.jpg
Caricatura de Lope de Vega hecha por Sciammarella Fuente


Sintió un dolor en el pecho y cerró los ojos. Al despertar, exclamó:

-¡Francisco!¡Quevedo! ¿Te fuiste? ¿Sigues aquí?

Y continuó:

-Fueron varios mis hijos, y quiénes de ellos viven aún, cuántos conservo…Feliciana, la "legítima" según las leyes, y Marcela, sor Marcela…

-Aquí estoy, maestro -se escuchó una voz en la penumbra de la habitación. A propósito de la dedicación religiosa de su hija, ¿por qué decidió entregarse a la vida sacerdotal a sus 52 años, después de la vida "libertina" que llevó, como dicen las malas lenguas?

Entre toses e inhalaciones atropelladas, soltó una breve carcajada, y dijo:

–Una caliente y gozosa vida de aventuras, aunque también de compromisos, Francisco… ¿Eres tú, verdad? Pero mi vida también me produjo enormes dolores y tristezas. La entrega a la vida religiosa fue para mí un refugio, al igual que una celebración. Sin embargo, sabía que continuaría siendo una contradicción viva, como intenté expresar en aquella de mis Rimas sacras: "Si el cuerpo quiere ser tierra en la tierra / el alma quiere ser cielo en el cielo".

–Cierto. Quizás nunca le perdonaron que aun como sacerdote, tuviera ese largo amorío con Marta, tan menor que usted.

–Marta de Nevares, la "Amarilis" de varios de mis poemas…. Tan bella y espléndida… Cantante, bailarina, que me traspasó tanta vitalidad, pero que Dios decidió llevarse temprano. Por ella escribí mi, hasta ahora, último libro de poemas Rimas humanas y divinas, que quise, por cierto, poner en voz de un tal "Tomés de Burguillos"; no por esconderme, sino como parte de ese juego del humor y la parodia que siempre me ha gustado tanto. Tú lo sabes, Francisco, pues lo has cultivado con admirable maestría.


Lope_de_Vega_en_el_cementerio_Museo_del_Prado.jpg
Lope de Vega en el cementerio (1884), de
José Uría y Uría Fuente


Volvió a toser y suspiró profundo. Continuó:

–Permíteme, mi dilecto amigo, recordar ahora aquel poema dedicado a mi Marta, que es de los que he sentido más.

Y como si hubiese recibido un influjo vital, recitó en su voz ya gangosa:

Resuelta en polvo ya, mas siempre hermosa,
sin dejarme vivir, vive serena
aquella luz, que fue mi gloria y pena,
y me hace guerra, cuando en paz reposa.

Tan vivo está el jazmín, la pura rosa,
que, blandamente ardiendo en azucena,
me abrasa el alma de memorias llena:
ceniza de su fénix amorosa.

¡Oh, memoria cruel de mis enojos!,
¿qué honor te puede dar mi sentimiento,
en polvo convertidos sus despojos?

Permíteme callar solo un momento:
que ya no tienen lágrimas mis ojos,
ni conceptos de amor mi pensamiento.


Luego calló y cerró de nuevo sus ojos.

Al tiempo, se escuchó desde el pasillo: ¿Con quién habla? Hace rato escucho su voz como si hablara con alguien, dijo la cuidadora. Entró el médico de cámara y recomendó que le administraran los santos sacramentos.


Fuentes consultadas:

https://es.wikipedia.org/wiki/Lope_de_Vega
https://casamuseolopedevega.org/es/lope-y-su-obra-2/que-sabes-de-lope-2/cuando-murio-lope-y-donde-fue-enterrado
https://espanaenlahistoria.org/episodios/muerte-y-entierro-de-lope-de-vega/


Gracias por su atención.


Gif diseñado por @equipodelta



0
0
0.000
5 comments
avatar

¡Qué bien logrado texto, José! Se queda uno corto con la historia, con ganas de más.

0
0
0.000
avatar

Gracias, amigo @Ylich. Fue un ejercicio al estilo microficción (es más, me quedó muy largo); en relato solo se me da la microficción o microrrelato, así como en poemas, el poema breve. Es mi estilo, pero más, mi esencia, creo.

0
0
0.000