Tal vez a veces se experimenten cambios en el entorno que nos rodea y estos afecten indirectamente la alimentación y el proceso digestivo.

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Hay personas que la ansiedad y las preocupaciones les afectan tanto al nivel que pierden el apetito, no les provoca comer creando así una depresión leve, esto a su vez impacta en la pérdida de peso y en el desorden alimenticio, el cuerpo se pone en alerta y comienza a funcionar mal o de forma alterada y se hacen presente la apatía y la fatiga entre otros.

Contrario a lo anterior, existen personas que el nivel de ansiedad le induce a comer a cada momento, pero cosas como dulces, carbohidratos, alimentos que, aunque calmen el nivel de ansiedad en el momento no la controlan, sino por el contrario altera el sistema digestivo, provocando aumento de peso descontrolado, falta de sueño entre otros síntomas que van agravándose si no es consciente del episodio de ansiedad y los alimentos que se ingieren.

Algunas recomendaciones es tener alimentos sanos no procesados, frutas, realizar deportes de manera de ver de forma positiva y no perjudicar el sistema digestivo y las funciones del cuerpo en general.

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ERILEJ