Para: Emir

avatar

¿Por dónde comenzar?...
Sentarme acá en esta esquina de la oficina y reparar a través de la ventana como si fuese una película el mundo transitar, el sol remontar, incluso ver la luna descender me hace deliberar sobre cosas, he perdido y continúo perdiendo el tiempo, me circunda una nostalgia tremenda, pero me da la potencia que requiero para escribir lo que deseo. Ya sabes que soy un desastre para expresarme delante de tus ojos desafiantes, por lo mismo es mejor desvestir plácidamente mis emociones en este papel y no utilizar mi boca porque podría mentir.


mujerescribir.jpg

Apreciado Emir:
Hoy expongo que me doy por vencido, estoy dispuesta en exterminar las cucarachas que fastidian en mi estómago. Si cucarachas, es muy tonto comparar el cosquilleo con las mariposas, ya que ellas representan libertad y lo que siento no lo es, repito solo son cucarachas que rasguñan con sus patas peludas, y nauseabundas que buscan alimentarse de mi internamente.
Profundamente guardo mucho, mi corazón está seco, aunque ha subsistido ahogándose y hurgando el fondo todos los días.
Agradezco las veces que me haz protegido en cada operativo que realizamos juntos, incluso de aquel sospechoso en el galpón cuando intentó apuñalarme por la espalda, hubiese muerto por la gran estupidez de quitarme el chaleco y bajar la guardia, hubiese muerto de no ser por ti, nuevamente ¡gracias!
¿Sabes? Confundí esas acciones, creí que tu vocación en resguardar a los demás era una señal para mí, pensé o me inyecté en la mente que podías estar mostrando interés por tu compañera de oficio, comencé a ilusionarme con la idea que te gustaba mucho más que una amiga y poco a poco fui entregándote un trozo de mí, sin percibir que tú amable y mecánicamente guardabas cada fragmento de lo que recibías en una caja de cartón. Jamás lo notaste.
Lo sé, no fue tu intención, grave error de mi parte por proporcionar la atención que no debía. Funestamente mentí muchas veces al mencionar la palabra amistad, porque siempre actúe esperando otra cosa de ti, tú transparente y yo no.
Caí en la obsesión de investigar tus gustos, observarte todos los días, para luego imitar y ser lo más parecido que apetecías, me volví ingenua, más frágil, creí que sin tu presencia todo se volvía tenebroso y lo único que remediaba mis heridas era tu sonrisa. Todo esto fue un sueño que se transformó en objetivo, rápidamente en posible realidad, pero no fue como lo soñé. Quizá si te hubiese revelado mis sentimientos o intenciones desde el principio, esta historia podría ser larga de esas donde no se sabe el final, porque cada día la escribes junto a quien amas.
Amistad, amor al final ambas exigen entrega, trasparencia, un compromiso entre dos, es imposible que uno solo lo sostenga.

Emir, si estás leyendo esto significa que la historia que inventé junto a ti tuvo un final trágico, muere la protagonista principal (yo) y donde tú descubres el secreto de mi puño y letra, no quiero imaginar cómo te sientes, posiblemente en este momento también sea muy egoísta al decirte que nos hacíamos daño y esto es lo mejor para ambos.
No voy a prometer amor eterno, no voy a observarte desde algún lugar, mucho menos cuidarte, tampoco quiero o pretendo que recorras el mundo o lo vivas en honor a mí, porque descubrí que todo termina al morir y las palabras en un papel pueden humedecerse y romperse o el viento trasladarlas lejanamente hasta desaparecerlas. Mi amor correspondía usar las acciones no manejar teorías. Lo siento.


Imagen



0
0
0.000
1 comments