Eran aproximadamente las 10:00 de la noche cuando un gran estruendo en el patio de la casa asustó a la familia Rodríguez, en un primer momento pensaron que había sido un relámpago de esos del Catatumbo, pero decidieron ir a ver “por si a las moscas”.

Sin embargo, al acercarse, observaron una pequeña cápsula con el nombre inscrito de “Karl-X”, dentro había un ser que parecía de otro planeta: tamaño pequeño, piel verde, ojos grandes –Parece que está muerto– dijo Andrés, el hijo mayor de los Rodríguez, al observar la criatura que yacía dentro.

Pero de pronto abrió sus grandes ojos y exclamó –“Hi, my name is Karl-X, pardon me for the damage”–. La señora Rodríguez se desmayó, no sin antes decir: –Vergación, sois más feo que carnaval sin agua–.

Karl-X notó que donde estaba no hablaban inglés, así que exclamó: –Siri, where am I?–. A lo que Siri respondió: –You're in Maracaibo, Venezuela–. En ese momento, Karl-X comprendió que el portal lo había llevado al lugar equivocado.

La idea del portal era crear una conexión directa con el Área 51 de los Estados Unidos, pero en su lugar, había aparecido en la calle 51 de Maracaibo. Luego de modificar su configurador de voz a español, logró decir:

-Hola, soy Karl Equis, perdón por el daño en su jardín, parece que mi cápsula sufrió un desperfecto y aterrizó en otro lugar por equivocación. ¿Pueden prestarme algunas herramientas para intentar repararlo?-

-Sí, claro-, dijo Andrés, mientras le alcanzaba la caja de herramientas, no sin antes preguntarle con temor, no nos vais a hacer daño, ¿verdad?- a lo que Karl, con una cara de sorpresa respondió -¿Qué dices? ¿por qué te haría daño? ¿por qué parece que tienes miedo al verme?

-Bueno, parece que tengo miedo porque... ¡tengo miedo!, nunca había visto un alien, y la verdad, no sé que intenciones puedas tener, quizás nos quieras matar- a lo que Karl respondió: -¡Para nada, eso solo sucede en las películas!-.

En ese momento la nave encendió, y solo alcanzó a disparar el rayo de confusión humana y gritar: ¡más feos son ustedes!