El Jardín | Relato Corto

El Jardín

El jardín en primavera saca a la luz su mejores recursos para embellecer cada rincón del teatro natural.

Hermosos insectos y flores de diferentes especies desfilan y al mismo tiempo realizan su trabajo en el hogar.

Ese día de inicio primaveral pasó de visita una hada aprendiz que tenía la dificultad por concentrarse en sus palabras. La hada buscaba dónde vivir, quedó fascinada con el esplendor del jardín. La hada pensó mejorar la belleza primaveral del jardín que decidió obsequiar un conjuro.

La hada tomó su barita después de hallarla pegada en su pie y comenzó a recitar el conjuro: Jardín te deseo en la noche el doble de...- de pronto la pequeña hada tragó un polen y estornudó: Ashuuuu!. El conjuro quedó materializado.

La pequeña hada no supo qué hacer y entró en pánico. Escondida entre enredaderas, esperó la noche para ver qué sucedía.

El jardín lo cubrió la noche y todo empezó a cambiar: la mariquita perdió la vanidad y se mostró modesta; la abeja dejó de comerse el polen de las flores que alimentaban a los escarabajos.

Las flores se veían dobles y filosas para cuidarse de manos inquietas; el escarabajo no molestó a los más pequeños y la mariposa de ser delicada ahora era la ninja responsable de cuidar a los débiles de las aves.

La hada se acercó para pedir disculpa por materializar un conjuro equivocó por su falta de concentración. Todos los insectos y flores le dijeron que no fue su culpa o su dificulta de concentración, que fue un accidente fortuito que benefició al jardín es ser único. Todos le dieron la bienvenida para que resida con ellos en un mundo donde la protagonista es la diversidad.