Reseña fílmica febrero 2020 #1: Contagio (2011)

Del director Steven Soderbergh llega una película interesante que toca una temática que, paradójicamente, está en boca de todos. 

Beth Emhoff (Gwyneth Paltrow), una mujer de negocios, contrae lo que parece ser un resfríado común y corriente. Esa misma enfermedad la contraen otras personas a la vez. Los síntomas de estas personas empeoran hasta el grado de sufrir convulsiones y fallecer de un paro cardíaco instantáneo. Con esto, el virus empieza a extenderse a una velocidad vertiginosa, logran infectar a miles de millones y matando a otros millones más en menos de dos meses hasta que una científica de una prestigiosa institución logra obtener la vacuna.

El guión te mantiene en vilo, planteándote constantemente qué sucedería si un virus de naturaleza desconocida empieza a diezmar a la raza humana; los personajes le dan un toque de realismo, sobre todo a aquellos que interpretan a miembros de la comunidad científica. Las escenas parecían salidas de películas de apocalipsis zombie: compras de pánico, caos social, una rotura de la frágil balanza entre lo estable y lo inestable debido a la desinformación pagada.

Lo último me pareció interesante por el contraste irónico: Alan Kumwiede (Jude Law), un individuo dedicado a las teorías de la conspiración, recibe dinero de una empresa farmacéutica para que haga publicidad. Él mismo es un duro crítico de las farmacéuticas, a quienes califica de codiciosas y oportunistas; él mismo acusa a la OMS y al Centro de Control de Enfermedades abiertamente de fabricar el virus y expandirlo.

Sin embargo, recibe a manos llenas dinero de aquellos a quienes critica. 

En cuanto al reparto, me gustó especialmente la actuación de Lawrence Fishburne como el doctor Ellis Cheever, un funcionario luchando contrarreloj contra un virus que muta constantemente en medio de una turbulencia sociopolítica, ataques por parte de los teóricos de la conspiración y a punto de ser llevado a juicio solo por actuar momentáneamente como todo ser humano preocupado por sus seres queridos. Me gustó cómo el actor se entregó de lleno a su personaje, manifestando toda una serie de emociones que, he de suponer, cualquiera tendría cuando se encuentra con un virus nuevo en constante mutación.

Ahora bien, en términos generales es una película entretenida, sobre todo porque al final te enteras cómo surge el virus y quién es el paciente cero.