Los dulces de mi tía/ Lyric Poetry Contest Edition 66
Imagen editada, tomada de Pixabay
Agradezco la iniciativa de @felixgarciap y a la comunidad @team-ccc por este dulce tema como continuación de los concursos de poesía lírica. He querido rendir homenaje a una persona muy especial que a pesar de que no tuvo hijos guió los pasos de todos sus sobrinos y en mi caso particular y de mis hermanos fué, más que una madrina, como un padre por su carácter, su bondad, su rectitud y honestidad a toda prueba y por confeccionar las hallacas y los dulces más deliciosos que he probado y ser el alma de la Casa de las margariteñas.
LOS INOLVIDABLES DULCES DE MI TIA
by @pelulacro
Cómo es posible
que siendo mi tía tan severa
hacía del dulce cotidiano
la siempre eterna primavera.
Severina se llamaba ella
Otros le decían Verina bella
Que no te viera tocando ollas
pues te daba un regaño.
Sus dulces deleitaban todo el año:
Turrón o conservas de coco a diario.
De la guayaba el bocadillo elaboraba,
también la mermelada y la delicada.
De la matas de mango del patio nuestro
y de los patios de las otras casas cosechaba
para el jugo y la dulce jalea,
y si había por cualquier cosa una pelea
se resolvía con dulce de tamarindo
hasta que el perdedor dijera me rindo.
Tomado de Pixabay
Las hallacas de mi tía eran famosas,
y desde noviembre llovían encargos,
las vendía por encargo y algunas regalaba,
pero quien encargaba las hallacas,
también solicitaba para Nochebuena,
el quesillo o el dulce de lechosa.
Mucha gente pasaba por mi casa a saludar,
pocos entraban pues hablaban en la puerta,
ahí en la entrada de la casa vieja,
conocida como casa de las margariteñas,
seguían su camino con la bolsita de dulces.
Mi tía Severina no solo los vendía en casa,
tres veces por semana iba con bandejas,
y en el mercado las dejaba donde Muñoz;
también en un restaurant de la Plaza Miranda
sus dulces eran solicitados por comensales.
Dulce de hicacos, de cerezas y limón,
abrillantados de grapefruit o toronja,
polvorosas, suspiros y mermeladas.
Tantos sabores y aromas teníamos
que en casa era motivo de conversación,
pero ella nunca probaba sus dulces, no por ética,
sino que por años sufrió de la columna,
y desde siempre fue diabética.
Por allá arriba en el cielo sin rubor,
debe estar entregando sus encargos,
a los ángeles, a los santos, a sus hermanos
y al mismísimo Jesús, nuestro Señor.
Tomado de Pixabay
Esta es mi entrada para la Initiative Lyric Poetry Contest Edition 66. Prompt: Sweet
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Deliciosa composición, me recordó a una señora que fue conocida por sus magníficos dulces. Lamentablemente tuvo dos hijos varones y su secreto de cocina al parecer se lo llevó consigo. No sé si su tía pudo transferir ese conocimiento a algún familiar. Que tal le va con los buñuelos?
Saludo!
@tipu curate 2
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Se me olvidó @yonnathang , incluir los sabrosos buñuelos y otras delicias culinarias de su dulcería mágica; varias sobrinas pudieron aprender algunas fórmulas y hast ami esposa aprendió a hacer el dulce de lechosa y los cascos de guayaba; gracias por tu comentario. Saludos