Mi mamá ya va a cumplir 86 años, se llama Carmen Luisa y vive con una de mis hermanas, pero todas estamos pendiente de ella, aún cuando estemos físicamente lejos.

Tuvo seis hijas. Mi hermana mayor, murió el año pasado, y aún cuando mi mamá no es una persona muy expresiva yo se que esa partida inesperada debe haberle producido una gran tristeza.

Cuando somos madres o padres no esperamos que un hijo se vaya antes que nosotros.

Se que mi madre quisiera tenernos cerca de ella y ese sería su mayor regalo, una gran reunión familiar.

Las circunstancias de la vida y sobre todo de nuestro país han hecho que la familia que antes se mantenía unida ya que con mucha frecuencia nos reuníamos en la casa familiar, en estos tiempos no podemos hacerlo. Aquellas reuniones donde además de las hijas estaban los nietos, eran muy alegres. Comíamos, jugábamos, cantábamos y siempre nos tomábamos las respectivas fotografías familiares.

Mi padre murió hace ya bastante tiempo, mi madre se volvió a casar pero su compañero también murió hace dos años.

Cuando hablamos y me dice que se siente inútil porque no puede caminar muy bien y no puede hacer todo lo que hacía antes, yo la comprendo pero le digo ...mami debes sentirte agradecida de haber formado esta hermosa familia que tienes y que te ama mucho y que esta pendiente de que estés bien. Los años por supuesto van pasando y tu cuerpo se deteriora pero tu mente sigue siendo lúcida y eso es una bendición. Déjate consentir y retribuir todo el amor que siempre nos has dado.

El otro regalo que me gustaría darle es un viaje al parque Nacional Canaima, en mi país, Venezuela. Una tierra mágica, creada hace millones de años, un lugar único en el mundo, que ella tuvo la oportunidad de conocer hace años, y donde compartió con los grupos indígenas que allí habitan, un lugar que la dejó tan impresionada que no quería volver. Quisiera que de nuevo mirara de cerca el Kerepakupai Merú, su nombre en dialécto pemón, o salto Ángel, la cascada de agua más alta del mundo. Se que ella en ese lugar se sentirá libre y feliz.

My mother is about to turn 86 years old, her name is Carmen Luisa and she lives with one of my sisters, but we are all looking out for her, even when we are physically far away.

She had six daughters. My oldest sister died last year, and even though my mother is not a very expressive person, I know that this unexpected departure must have hurt her a lot.

They say that when we are mothers or fathers we don't expect a child to go before us.

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Las imágenes las edite con el programa Canva y con el programa Power Point, con fotografías de mi propiedad y de libre uso en Google./The images were edited with Canva and Power Point, with pictures of my property and free to use in Google. Fuente

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