Busco a mi padre en mis sueños y no lo encuentro. Despierto y vuelvo a mi realidad. Se fue así de repente hace 23 años, sin despedidas y sin una palabra de adiós.

En los momentos de angustia lo veo con su cara sonriente, cubierto de mil estrellas y con las manos extendidas. Me dice que no estoy sola y que él está ahí, cuidándome y apoyándome.

Viene a mi memoria las palabras de mi madre: “La primera vez que lo vi hacía barquitos de papel en la plaza. Cuando alzó sus ojos color marrón y me vio, su linda sonrisa llenó mi alma. Me regaló uno de sus barquitos”. En ese momento nació un tórrido romance, y el marinero se quedó en tierra. Cuando llegaba un barco a Guiria las muchachas casamenteras se volvían locas y había fiestas por doquier.

Cuando mi madre conoció a Papi (su margariteño, a Teño), el amor los volvió locos. Se casaron, vivieron en Guiria y luego se mudaron a Cumana, donde se establecieron. Desde allí fueron inseparables hasta el día de su muerte.

Hablar de mi padre es dar gracias a Dios por haber colocado ese ángel en nuestra vida. Era un hombre sencillo, caritativo y honesto, con el don de la empatía.

Le gustaban leer tirar cómicas ( Memín Pinguin, Santo El Enmascarado de Plata, El Pato Donald) y nos traía los libros que salían de colección en las revistas. No era estudiado, pero era “culto”. Sabía más que pescado salado, como dicen en el oriente del país.

Tenía muchos seudónimos; Chago, Chachao, Chachaito, Margarita, Margariteño, Teño y Felipe Santiago. Se llamaba Félix Santiago, hijo de Anachepa y Don Chico Manuel.

Mi Superhéroe y el mejor padre de toda la pelotica del mundo, Universo y Vía Láctea. Tenía el don de la paciencia y clarividencia como Yoda, la visión de Superman para descubrir una mentira y los sentidos de Thor que le permitían oír nuestros gritos de auxilio y rastrearnos donde quiera que nos encontrábamos. Era un mago blanco perteneciente a la casa de Gryffindor; amigo y compadre de Albus Dumbledore, Molly Weasley, y Arthur Weasley.

Mi padre tenía sus raíces muy arraigadas, era margariteño de Boca de Pozo, de la Península de Macano. Con el amor y la abnegación de mi madre y de nosotros aprendió a ver el mundo de otra forma.
Amaba el mar; nos contaba anécdotas de cuando andaba por esos mares. Fue el mejor pescador, amigo y chofer. Él nos decía: Él nos decía: “Todo lo que hagan, háganlo con amor”.

Le gustaba jugar dominó y cartas. Sus juegos preferidos eran canasta, zanahoria, entre otros. No le gustaba el truco. Era muy suertudo, cualquier rifa o lotería que compraba siempre las ganaba.

Todo lo compartía. Mi mamá decía. “Papi no me ha regalado a mí porque nadie me necesita. Porque si no, ya me hubiese donado”. A mi casa llegaron primos, primos hermanos, ahijados y amigos a vivir porque necesitaban estudiar. En mi hogar se graduaron y nunca les faltó comida ni cama donde dormir.

Hacía milagros para alimentar y criar a ocho muchachitos, mamá y todos los que llegaban a mi casa. Nunca estaba molesto, con una sonrisa para todos y nos protegía cuando hacíamos una muchachada (mamá y la abuela nos perseguían con la correa).

No sé de donde sacaba fuerzas y espacio mi papá para ayudar a mi mamá en los quehaceres del hogar, cocinar, lavar la ropa, y trabajar.

Tenía sazón para cocinar. Hacía la mejor sopa de pescado, no he vuelto a comer una así. Sus hallacas y dulce de lechosa también eran deliciosos.

Amaba el mes de diciembre, y nos inculcó ese amor y devoción por el Divino Niño Jesús. Los ingredientes de las hallacas los compraba un mes antes. Era una emoción abrir los regalos, y jugar con nosotros el 25 de diciembre. El 02 de Enero viajábamos a Margarita a pasar el día de Reyes con su madre.

Papá nos apoyó a todos sus hijos, nos graduó. Nos decía: “Siempre tendrán mi apoyo”, y fue muy cierto. Ya éramos hombres y mujeres con nuestras familias y dificultades, pero en los momentos más difíciles él estaba ahí como el pilar fundamental que nos impulsaba a seguir adelante.

Dedico estas líneas con todo mi amor a su memoria, al igual que todos mis hermanos que lo añoramos y necesitamos.

Fuente
_{Imagen propiedad de pixabay}

[ENG]

Phrases that the wind blew away, and

tears of sadness.

Father I feel lost,

I need strength

I look for my father in my dreams and I can't find him. I wake up and return to my reality. He left just like that 23 years ago, without goodbyes and without a word of farewell.

In moments of anguish I see him with his smiling face, covered with a thousand stars and with his hands outstretched. He tells me that I am not alone and that he is there, taking care of me and supporting me.

My mother's words come to mind: "The first time I saw him, he was making little paper boats in the square. When he raised his brown eyes and saw me, his beautiful smile filled my soul. He gave me one of his little boats". At that moment a torrid romance was born, and the sailor stayed ashore. Whenever a ship arrived in Guiria, the matchmaking girls went crazy and there were parties everywhere.

When my mother met Papi (her margariteño, Teño), love drove them crazy. Soon after, they got married and started a family. From then on they were inseparable until the day he died.

To speak of my father is to thank God for having placed this angel in our lives. He was a simple, charitable and honest man, with the gift of empathy. Everyone who knew him loved him.
He liked to read comic strips (Memín Pinguin, Santo El Enmascarado de Plata, El Pato Donald) and he would bring us the books that came out as a collection in the magazines. He was not educated, but he was "cultured". He knew more than salted fish, as they say in the east of the country.

He had many pseudonyms; Chago, Chachao, Chachaito, Margarita, Margariteño, Teño and Felipe Santiago. His name was Felix Santiago, son of Anachepa and Don Chico Manuel.

My Superhero and the best father of all the pelotica in the world, Universe and Milky Way. He had the gift of patience and clairvoyance like Yoda, the vision of Superman to discover a lie, and the senses of Thor that allowed him to hear our cries for help and track us wherever we were. He was a white wizard belonging to the house of Gryffindor; friend and compadre of Albus Dumbledore, Molly Weasley, and Arthur Weasley.

My father's roots were deep-rooted, he was from Boca de Pozo, on the Macano Peninsula. With the love and selflessness of my mother and us, he learned to see the world in a different way.

He loved the sea; he would tell us anecdotes of when he was in those seas. He was the best fisherman, friend, and driver. He used to tell us: "Whatever you are going to do, do it with love, care, and from the heart".

He liked to play dominoes and cards. His favorite games were canasta, zanahoria, among others. He did not like truco. He was very lucky, any raffle or lottery he bought he always won.

She shared everything. My mom would say. "Daddy didn't give me away because no one needs me. Because if he didn't, he would have already donated me." Cousins, first cousins, godchildren and friends came to live in my house because they needed to study. In my home, they graduated and never lacked food or a bed to sleep in.

I worked miracles to feed and raise eight little boys, mom, and everyone who came to my house. He was never upset, with a smile for everyone, and protected us when we made a racket (mom and grandma would chase us with the leash).

I don't know where my dad got the strength and space to help my mom with household chores, cooking, laundry, and work.

He had seasoning for cooking. He made the best fish soup, I have never eaten one like that again. His hallacas and dulce de lechosa were also delicious.

She loved the month of December and instilled in us that love and devotion for the Divine Child Jesus. He bought the ingredients for the hallacas a month before. It was a thrill to open the gifts, and play with us on December 25th. On January 2nd we would travel to Margarita to spend Three Kings Day with his mother.

Dad supported all his children, he graduated us. He told us: "You will always have my support", and it was very true. We were already men and women with our families and difficulties, but in the most difficult moments he was there as the fundamental pillar that pushed us forward.

I dedicate these lines with all my love to his memory, as do all my brothers and sisters who miss him and need him.

I'll say goodbye next week.

Las fotografías son de mi álbum familiar, las he utilizado en otras publicaciones, También en otras plataformas y redes sociales. Incluyendo Instagram y facebook.

La primera imagen del padre y él bebe son de pixabay, les dejo el link para su reconocimiento:

“Link”