Recuerdo que tenía 17 años cuando me entere que sería padre al llegar al trabajo de mi esposa un jueves por la tarde, ella con una cara roja de tanto llorar debido a que tenía miedo a cómo actuar en esa situación, ambos dos jóvenes sin experiencia en la materia y con aun muchas cosas que aprender.

Recuerdo que me comento en ese momento que debíamos abortar ese bebe yo de inmediato le conteste ¡No! Mientras limpiaba las lagrimas de su mejilla, luego de un beso y un abrazo ella fue calmándose poco a poco, aunque me mostraba tranquilo por dentro también tenía miedo pero no quería que ella se diera cuenta.

Luego el hablar con nuestros padres fue duro por miedo al rechazo en lo personal primero hable con mi madre ya que era la única que estaba en ese momento en la casa, recuerdo que ella estaba en su cama yo entre al cuarto temblando y buscando la manera de explicarle lo sucedido pero como instinto de madre ella me miro y de inmediato le dije, “mama usted será abuela “ su cara no fue nada normal pero la reacción fue lo que no me esperaba ella salto de alegría y con asombro de lo que yo le decía.

Al día siguiente fue a la casa de mi esposa que en ese momento era mi novia y ella sí que le tenía pánico a su padre tanto que en reiteradas ocasiones yo le pedía ir a su casa para hablar con el mucho antes del embarazo pero ella se negaba, imagínense un joven camino a conocer a su suegro el cual ni tenía idea que yo existía en la vida de su hija y para echarle las leña al fuego y iba a comentar que sería abuela, si en ese preciso momento cell sintió el verdadero terror.

Llegue a su casa a tempranas horas de la mañana, ella me presento y me senté en la sala, las manos me sudaban y tenía la garganta seca, mientras tanto el señor serio comenzó a preguntarme cual era mi nombre y a que me dedicaba él pensaba que solo iba a presentarme como el novio de su hija pero luego de respirar profundo y contestarle todas sus preguntas fue allí cuando le dije que su hija se encontraba en estado y su reacción pues molestia total y decepción ya que era la hija menor tanto que corrió a su propia hija de su casa pero antes llamo desde a sus familiares fuera del país hasta a la señora de la esquina ya que él tenía que pedir consejos sobre qué era lo que tenía que hacer.

Me pidió que llamara a mis padres ya que el no hablaría con niños, yo para no empeorar las cosas acepte y de inmediato llame a mi mama la cual se encontraba más cerca del lugar pero mucho antes que llegara mi madre la casa se abarroto de familiares de mi esposa ya que como les comente mi suegro llamo a todo el mundo para pedir un consejo, eso parecía o bien una celebración o mi funeral, pero para no extenderme tanto y no hacer el cuento tan largo al llegar mi madre eso fue como una negoción diplomática entre países en guerra una locura la verdad.

Se llego a un acuerdo y mi esposa se fue a vivir a mi casa y bueno ella se encontraba con el ánimo en 0 fue allí donde yo tenía que apoyarla y demostrarle que no estaba sola que a pesar de las dificultades deberíamos estar el uno para el otro, pasaron los días y ya estábamos preparados para nuestra primera cita médica el resultado la verdad nunca lo olvidare.

Luego de que la doctora en ese momento nos tomara los datos y comenzara a realizarle el eco a mi esposa, vimos una bolita pequeña en la pantalla y adivinen lo primero que se vio fue el sexo del bebe fue en ese momento que nos enteramos que sería una niña.

No puedo explicar mi alegría al enterarme que sería una niña y que sobre todo estaba bien en salud y su desarrollo excelente, entonces fue así como pasaron los meses hasta su llegada en ese transcurso de tiempo luego de varias discusiones con mi esposa debido a que ella quería que el nombre de la bebe fuera una mezcla entre el nombre de su madre que lastimosamente ella perdió cuando era una niña y el nombre de mi madre, bueno yo le indicaba que no quería ni nombres de la antigua Grecia ni mucho menos de la perdida Atlantis y con esto me refiero a “ Yusgleyderlin, Yulkerderlin, Nerclimedes” pueda que a alguien le guste esos nombre pero al menos a mi ni loco se lo colocaría a mi hija y luego de tanta discusión su nombre seria : “Eliana Anais”.

El dia de su nacimiento fue estresante, primero no contábamos con los recursos para pagar una clínica y segundo era nuestra primera bebe, el miedo otra vez recorría mi cuerpo pero esta vez por partida doble ya que podía estar en peligro la vida de ambas fue entonces cuando en la madrugada del 21 de septiembre mi esposa comenzó a sentir los dolores y rápidamente corrimos al hospital donde al momento de llegar nos indicaron que aun ella no tenia las dilataciones que tenía que esperar o bien devolverse a su casa por lo tanto decidimos quedarnos y fue lo peor me toco ver a mi esposa sufrir el dolor y tú te sientes un gran inútil porque no puedes hacer nada que la calme solo estar allí a su lado y darle la mano, pasaron varias hora pero aun nada que la bebe estaba lista para salir.

Recuerdan el tratado diplomático al comienzo del articulo pues bueno de repente llego todo los familiares de mi esposa creo que la sala de espera el 60% era familiares de mi esposa y tal vez personas que apoyaran en el momento pues fue todo lo contrario solo atentos a un chisme y criticar, mientras tanto las horas pasaban era de medio día y aun nada que mi esposa esta lista para dar a luz y su estomago estaba lleno era solo de líquidos ya sea jugo o agua porque nos comentaban que era mejor que ingiriera comida solida.

Las horas siguieron pasando y cuando llego el momento casi a las 4 de la tarde en el hospital no había camillas para atenderla, mi cabeza iba a explotar y mi paciencia también no resistía más el ver a ella con el dolor por lo que le pedí a mi suegro y cuñado que fuéramos a otro hospital en sus carros. Creo que muchos aquí hemos visto rápidos y furiosos imagínate en este momento una escena de varios autos corriendo a alta velocidad, tocando corneta y un joven con casi la mitad de su cuerpo fuera de la ventana del copiloto gritando a los conductores que dieran paso y si no prestaban atención salir con una palabrotas de padre y señor nuestro.