[ESP]

Hoy llega el momento de una confesión en el #BloggingChallenge, el momento donde compartimos con la comunidad algo de nuestra intimidad que en cierto sentido nos hace sentir algo de tranquilidad al hacerlo como si nos estuviesemos quitando una mochila de nuestras espaldas.

Lo que voy a contarles hoy es algo que limitó mi vida hasta el momento que me enteré que mi prime hija venía en camino y está relacionado a las dificultades económicas que vivimos con mi familia entre los años 1985 y 2001.

Este período de tiempo fue un período muy difícil en general para el país, por varias cuestiones, pero sobre todo por la adopción de la ley de convertibilidad ideada por en ministro de economía del ex presidente Carlos Menem y básicamente ese plan consistía en una gran mentira, al hacernos creer que 1 U$S valía $1. La ejecución de ese gran plan llevó a la venta prácticamente todas las empresas del Estado dejando a millones de personas sin trabajo y reduciendo los gastos del sector estatal a niveles casi inexistentes para asegurar por un lado la entrada de dólares al país y por otro lado que los gastos del estado serían casi nulos.

Mi papá si bien conservó su trabajo, sufrió las tremendas consecuencias de esta políticas, plasmado en reducciones constantes de sueldo, lo cual nos llevo a endeudarnos mucho, lo que en un momento termino con el embargo de nuestra casa y la orden de remate. Gracias a Dios por el estallido social del año 2001 ayudo para que se postergara la ejecución de la casa y para que mi familia no quedara literalmente en la calle.

Una vez que la situación se fue normalizando, calculo que sería mediados del año 2002, con algo más de 20 años, fui quién conversé con la abogada encargada de la ejecución para explicar la situación y poder así evitar el lamentable desenlace que parecía tener esta situación.

En esa época, yo estudiaba en la Universidad y además trabajaba de cobrados por lo que pude ayudar a mis padres a levantar el embargo sobre la casa y poder asegurar un techo para ellos y mis hermanos.

La situación económica de mis padres fue mejorando y gracias a Dios nunca más pasaron estos sobresaltos por problemas económicos.

Toda esta situación provocó que yo intentara evitar bajo cualquier precio hacer vivir una situación similar a mis hijas y esposa, lo cual fue muchas veces muy traumático, ya que en ocasiones, ya que no me gustaba endeudarme para comprar ropa o cualquier insumo que precisáramos en casa. También llevó a que muchas veces no llegara a disfrutar de ciertas cosas por el miedo de hacer pasar necesidades a mi esposa e hijas.

Con el paso del tiempo fui pudendo sobrepasar esta secuela que había dejado en mi esta situación que viví de adolescente y entendí que aquello fue algo que sucedió no por un mal obrar de mis padres, sino por un gran problema en el que estuvieron sumergidos gran cantidad de personas en mi país.

Aprendí que no siempre las historias se repiten y me di cuenta que superar esa traba mental que bloqueaba ciertas situaciones de mi vida fue un gran aprendizaje; un gran logro.

Les dejo un gran abrazo a todos!

[ENG]

Today it's time for a confession in the #BloggingChallenge, the moment where we share with the community something of our intimacy that in a sense makes us feel some tranquility when we do it as if we were taking a backpack off our backs.

What I am going to tell you today is something that limited my life until the moment I found out that my first daughter was coming and it is related to the economic difficulties that we lived with my family between 1985 and 2001.

This period of time was a very difficult one for the country in general, due to several issues, but above all due to the adoption of the convertibility law devised by former President Carlos Menem's Minister of Economy and basically that plan consisted of a big lie, by making us believe that 1 U$S was worth $1. The execution of that big plan led to the sale of practically all the state enterprises leaving millions of people without work and reducing the state sector's expenses to almost non-existent levels to ensure on the one hand the entry of dollars into the country and on the other hand that the state's expenses would be almost zero.

My father, although he kept his job, suffered the tremendous consequences of this policy, in the form of constant salary reductions, which led us to get into a lot of debt, which at one point ended up with the seizure of our house and the order to sell it off. Thanks to God for the social explosion of 2001, I helped to postpone the execution of the house and so that my family would not literally be left on the streets.

Once the situation was normalized, I calculate that it would be the middle of the year 2002, with a little more than 20 years, I was the one who talked with the lawyer in charge of the execution to explain the situation and thus be able to avoid the unfortunate outcome that this situation seemed to have.

At that time, I was studying at the University and I was also working as a debt collector so I could help my parents to lift the embargo on the house and be able to ensure a roof for them and my siblings.

The economic situation of my parents was improving and thanks to God they never again had to go through these upheavals due to economic problems.

All this situation caused me to try to avoid at any cost to make my daughters and wife live a similar situation, which was often very traumatic, since sometimes I did not like to go into debt to buy clothes or any supplies that we needed at home. It also led to many times that I did not enjoy certain things because of the fear of making my wife and daughters go through a bad time.

With the passing of time I was able to overcome the consequences of this situation that I lived as a teenager and I understood that this was something that happened not because of a bad deed of my parents, but because of a great problem in which a great number of people in my country were immersed.

I learned that stories do not always repeat themselves and I realized that overcoming that mental block that blocked certain situations in my life was a great learning experience; a great achievement.

I leave you all with a big hug!