BLOGGING CHALLENGE — Día #27: Un momento difícil en mi vida || Day #27: A difficult time in my life.

Estuve pensando en esto durante un largo rato y llegué a la conclusión de que, hasta este momento, uno de los momentos más difíciles que he tenido que afrontar fue cuando me operaron de la columna.

A los 9 años fui diagnosticada con Escoliosis Idiopática. Esta es una deformación lateral de la columna vertebral en la cual ella adopta la forma de una "S" o "C" y recibe el nombre de "idiopática" porque se desconocen las causas que generan dicha deformación.

Existen distintos tratamientos para poder solventar este problema, que básicamente dependen de cuántos grados posea la curvatura en la columna del paciente. Mi curvatura era de 80°, así que la única solución en ese caso era la cirugía. A los 11 años me intervinieron quirúrgicamente, colocándome dos barras de titanio alrededor de mi columna y varios tornillos para poder estabilizarla.

Recuerdo que todo esto me parecía irreal y de hecho, a pesar de que era una niña, nunca me angustié ni lloré por el hecho de que debían operarme hasta el momento en que tuve que entrar al quirófano. En ese momento, luego de que me despedí de mis familiares me invadió una angustia terrible, no podía creer que estuviese ahí...y comencé a llorar. Recuerdo que la anestesióloga habló conmigo y me calmó, me preguntó cosas para distraer mi mente, como por ejemplo: cuál era mi comida favorita y cosas de ese estilo. Los primeros días en mi casa después de la operación fueron horribles, pasaba noches en vela soportando el dolor pero yo no quería que nadie supiera cuánto me dolía o lo incómoda que me sentía, así que cuando me preguntaban que en cuánto se encontraba mi dolor entre el 1 y el 10, yo respondía que 6 cuando en realidad era un 8 y mi papá lo sabía. Lo peor de todo es sentirte limitado en cuando a tu movilidad y tener que ser dependiente de otra persona incluso para voltearte de un lado a otro en la cama.

Nunca he sufrido de dolores insoportables, ni antes ni después de la operación. Tampoco órganos importantes como el corazón o pulmones se han visto comprometidos. Realmente luzco como si mi columna no estuviese "defectuosa" hasta que adopto una posición incorrecta y la deformación se hace visible y creo que el factor psicológico es lo que más me ha llegado a afectar.

He tenido que soportar muchas preguntas fuera de lugar del tipo: "¿qué es esa protuberancia ahí en tu espalda?" o comentarios inapropiados como: "me da asco ver tu espalda", pero simplemente son cosas con las que he aprendido a lidiar. A pesar de que he aprendido a aceptar y querer mi cuerpo tal cual y como es, en ocasiones suelo cohibirme de quitar mi camisa cuando voy a la playa o de vestir prendas muy ajustadas por el simple hecho del "qué dirán".

Pero realmente, esa gran cicatriz y ese bulto presente en mi espalda no son gran cosa. Gracias a mi escoliosis he aprendido a cuidar más de mi cuerpo y ser más responsable del trato que le doy. Gracias a mi escoliosis descubrí mi deporte favorito.

Mi único miedo en este momento es tener que ser operada una segunda vez para reemplazar la prótesis. Ya pasé por esta situación una vez y no creo ser capaz de volver a vivir esto una segunda vez. Pero el futuro es incierto y pasará lo que tenga que pasar, así que por los momentos seguiré cuidando de mi columna y de mi cuerpo en general tal y como lo he estado haciendo en los últimos tiempos.

Esta es mi entrada para el 30 Day Blog Challenge si deseas participar solo toma la siguiente imagen y coloca la etiqueta #bloggingchallenge en cada una de tus publicaciones de participación.