En un comentario alguien me dijo que cuando estamos niños soñamos con vivir en lugares donde hay mucho movimiento, en cambio cuando ya somos adultos buscamos lugares más tranquilos.

No me había detenida para evaluar ese pensamiento pero, es verdad. En mi caso, estando niña hubiese querido la playa, ahora mantengo firme la idea de vi ir en un lugar tranquilo, en alguna bella montaña del mundo...

De no ser por el dinero escogería vivir en una montaña merideña, cerca de los páramos, con ese frío exquisito que de seguro no me dejaría levantar de la cama.

Me gusta Mérida - Venezuela porque su clima es unos de los mejores de nuestro país. Si me preguntan qué prefiero entre frío o calor sin duda dijera, prefiero el frío como el de esta región andina.

Otra razón por la cual elijo este Estado es por la paz y tranquilidad que respira, los merideños y merideñas son gentiles y humildes, serviciales, trabajadores,solidarios, esta actitud de la gente me atrae, me hace sentir bien, como si estuviese en casa.

Los paisajes, lugares turísticos, montañas y hasta las nevadas que se dan cada cierto tiempo del año, me encanta.

Mérida sería ese lugar especial de no existir esa necesidad de dinero. Aunque, las fuentes de empleo estarán abiertas para poder vivir. Sin embargo, infiero que la pregunta exhorta a pensar en una estadía sin preocupaciones.

Mi amor por la naturaleza me inspira, me transporta, me guía hasta ese sitio ideal donde quisiera vivir. La naturaleza y yo, yo con la naturaleza haciendo la dupla perfecta.

Nada como este lugar soñado donde convivir con la flora y fauna de una espléndida región como la Región Andina.

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