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Desde hace tiempo o mejor dicho desde que tengo memoria mi señora madre me ha dicho que hay que aprender a comer, ya que en la mañana, se debería comer como un rey, al mediodía como un príncipe y en la noche como un mendigo.

De cierta manera si te pones a pensar algo de lógica tiene el asunto, teniendo en cuenta que en la mañana es el inicio de la carrera, por así decirlo, haciendo un poco de alusión a lo que sería la fórmula 1 (en la época de repostajes) con una mayor carga fácil puedes recorrer más por lo que ya a medida que vas pasando el día usas menos y podrás estar con un poco mas de calma a final de cuentas, sabiendo de igual formas que no es necesariamente en la noche cuando comemos la última comida del día, a la que mas energías tendemos a consumir de ella.

Pero viendo otras culturas la cosa es muy distinta y es algo que siempre también me ha llamado la atención, porque si viviéramos la misma situación desde aquella otra perspectiva…. ¿Qué opinaríamos?, si fuéramos de esas personas que desayunan algo sencillo, almuerzan algo mas o menos pesado y ya en la noche es cuando más se recargan, en lo personal no es algo que vea mal, ya que es cuestión de las costumbres o tradiciones de cada uno, el ritmo de vida y que condiciones tengamos.

Porque hay muchas personas que pueden fácilmente acabar con un gran plato de pasta sin siquiera quedar saciados o subir unos kilitos, como hay otras que al enfrentarlos al mismo reto, engordan y no culminan dicha hazaña.

Fuente: Extraído del blog de @latino.romano para el mensaje diario de 5 minutos

Este texto corresponde a mi participación en el reto diario del amigo @latino.romano el cual tiene por regla que pueden ser: pensamientos, relatos, poemas, anécdotas, canciones o cualquier otra cosa que se te ocurra en cinco minutos. Les invito a participar, gracias por leer mi post y llegar hasta esta parte del mismo, gracias por el apoyo y no me despido sin antes desearte un feliz día tarde o noche, nos vemos en una próxima oportunidad.