Escritura libre 047: "A veces hay que lastimar a la gente, aunque no se quiera", por bonzopoe [prosa poética]

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A veces hay que lastimar a la gente, aunque no se quiera. Hay que quemarles los dedos para no pierdan la mano, hay que dejarlos sordos para que no escuchen los gritos, hay que lisiarlos para que no puedan caminar directo al abismo.

A veces hay que lastimar a la gente para protegerla de si misma, de los demás, de nosotros, los objetos de su afecto, los depositarios de esas miradas que filtran todas nuestras imperfecciones, nuestros defectos, nuestra oscuridad, y solo amplifican la mucha o poco luz que llevamos dentro.

Esa mirada que duele como si te mirara un niño poseedor de toda la inocencia del mundo. Esa mirada que no pide nada y lo da todo a cambio. Un todo envenenado de un amor que nos quema las manos y puede incinerarnos de esperanza, de una promesa de libertad y paz inalcanzables.

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A veces hay lastimar a la gente, aunque no se quiera. Verlos ahogarse lentamente de tristeza, hasta que se les apaga el brillo en la mirada, la sonrisa en los labios. Es mejor eso a matarlos, o morirnos en vida para que esa maldita mirada no muera, y nos mate lentamente en su intento inútil de salvarnos, de hacernos creer que somos más de lo que somos, que merecemos más de lo que merecemos.

Y duele. Duele verlos marchitarse, verlos como se hacen chiquitos lentamente como los ancianos, pero al final es mejor para todos. Para ellos que pueden olvidarnos y encontrar quien los mire igual, y para nosotros que podemos vivir con una culpa más de acuerdo al tamaño de nuestras limitaciones, de nuestros miedos, de nuestra cobardía.

A veces hay que lastimar a la gente, aunque no se quiera. Aunque nos duela más a nosotros que a ellos, aunque los perdamos en el proceso, y nos miren con desprecio y no con alegría, y nos ignoren creyéndonos villanos por evitarles un dolor más grande del que les estamos provocando.

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Y a veces duele igual que lastimarse a si mismo, aunque no se quiera. Pero en ocasiones es la única manera de evitar lastimar en verdad a los otros, a aquellos que no ven acercarse al dolor hasta que es demasiado tarde.

Es el precio a pagar por cuidar a los otros de si mismos sin que se den cuenta, pero también el precio a pagar por cuidar la fragilidad de un corazón que en su momento nadie protegió de su propio latir.


©bonzopoe, 2021.


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Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.


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