Escritura libre 009: "Doce horas de hastío", por bonzopoe.

Son las 9 y tantos de la mañana de un viernes que como los demás días de la semana, ha sido pasado por agua. Está lloviendo desde el lunes y no ha parado, solo variado de intensidad. No veo un cielo azul desde hace 5 días y parece que esto seguirá aún por un tiempo. La temporada de ciclones ha iniciado, y en esa ocasión ha sido puntual.

Todo huele a humedad. Las casas, incluso las mejores y más cuidadas, tienen goteras en alguna parte, la ropa que lavas nunca se seca del todo, y el sol ha sido mandado de vacaciones por algunos días a solo Dios sabe donde. Lo que inició como una bendición para las plantas seguramente se está convirtiendo en hartazgo, y algunas están que ya no pueden más del empacho.

12 horas y un mucho de nada después.

Son las 9 y tantos de la noche. Escucho Mer de Noms, el primer disco de la banda A Perfect Circle, y caigo en cuenta de que tengo un post a medio escribir en una ventana del navegador. Lo leo y como si hubiera sido un pronóstico compruebo sus predicciones.

Siguió lloviendo, y en efecto una de mis plantas se ha ahogado de tanta agua, lo que me hace preguntarme si uno pudiera como ella, ahogarse y morir de lo que más anhela, de lo que más ambiciona, y pienso en Jim Carrey y otros que han afirmado que el éxito que tanto anhelaron al final los defraudó, porque no les dio la felicidad.

Jim Carrey, como otros antes que él se refugió en el arte, la pintura en este caso, pero hay otros casos menos afortunados que ahora están en el otro mundo, lo que sea que este sea, porque no pudieron soportar este fraude al que apostaron la vida.

Ni idea de porque pienso en esto, tal vez por la incertidumbre y volatilidad del momento. Vivimos lo que bien podría ser el guión de una historia de ciencia ficción. Todos encerrados, esquivándonos los unos a otros, y temerosos hasta de nuestra propia sombra.

Pero a la vez marchando en las calles hartos del hastío que nos ha dado el tiempo suficiente para reconocer la mierda en la que vivimos como sociedad de consumo, hundida hasta el cuello en una desigualdad económica y social que en muchos países lastima de solo verla.

Tal vez porque mi hastío se resiste a ser dormido, entumido, anestesiado por series de Netflix, videos estúpidos de gente bailado en Tik Tok o creadores de contenido aprovechando el último drama del momento para generar clicks en YouTube.

Mi hastío es distinto y se rebela, y no me deja escribir algo absurdo, algo sin sentido con que matar el tiempo, algo con que cumplir con mi propósito de publicar algo nuevo en HIVE, lo que sea, el día de hoy en que no tengo nada escrito con anterioridad que compartir.

Mi hastío es distinto porque soy un escritor, lo que no quiere decir que sea bueno o destacado, quiere decir que para mi la escritura es una expresión de mi mismo, un escape, una exploración, un desahogo, tanto ahora como en la mañana, hace 12 horas, en que solo busco evadirme, no sentir, no pensar.

Pero mi hastío no me deja evadirme, no me deja ignorar la preocupación por mi rol en esta caricatura de realidad en que vivimos ahora, una caricatura grotesca que no te pregunta si quieres participar, y te pone en el reparto sin pedirte permiso. Trataré de no acabar al final de la lista de los extras... les recomiendo hacer lo mismo.

Este texto surgió de la nada. No tenía idea de que escribir y literalmente me senté y empecé hacerlo, y en eso estaba cuando tuve que dedicarme a otras cosas y dejé el texto que apenas iniciaba.

Casi 12 horas después, al prender de nuevo mi computadora, ví el post que había empezado en la mañana en una de las pestañas del navegador, y nuevamente sin pensar, decidí continuarlo. A final le hecho los ajustes acostumbrados propios de una revisión final: ortografía, puntuación y redacción, quedando el texto presentado, que espero al menos no haya sido de su desagrado.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.