Bitácora personal 17 05 2021: "Me siento bien pero me siento mal", por bonzopoe

Hay una canción del icónico cantautor del rock mexicano, Jaime López, que recuerdo mucho cuando me siento como lo he hecho los últimos días. Se titula "Me siento bien pero me siento mal", y hace referencias a como a pesar de no tener problemas, a pesar de que en la superficie todo marcha bien, o más que bien, en ocasiones a pesar de todo eso, no podemos evitar, en el fondo, sentirnos mal sin saber a bien porque.

En la canción, muy a su manera, Jaime López menciona que es algo de lo que nadie se da cuenta, ni siquiera los más cercanos a nosotros, lo que empeora aún más la situación. Y la realidad es que es un tema difícil de hablar con alguien, porque es algo difícil de explicar, y que puede resultar incomprensible para los demás. Y de ahí surge el título de la canción, al referirse como a pesar de sentirse bien, en el fondo, uno puede sentirse mal, por más contradictorio que suene.

Así me he sentido en estos últimos días, y así me siento ahora. De hecho me estoy forzando a escribir esto como una estrategia más, una más de tantas que he intentado sin éxito los últimos días, de salir de este extraño estado de ánimo, de esta apatía que se me pegado como una sombra y me esta saboteando la vida sin que pueda evitarlo, al menos por ahora.

Creo que no es la primera vez que escribo de esto, y es en buena medida porque es un sentimiento que va y viene a sus anchas, y sin avisar llega y se instala en tu existencia sin que puedas hacer nada al respecto. Me gusta pensar que su llegada significa algo. Y en ocasiones es así. Después de un tiempo no es extraño que suela descubrir el motivo de la desagradable visita.

Pero hay otras que cuando finalmente desaparece, y al pasar de los días, nada se me revela y no tengo más que agradecer que ya no esté porque no hay más que pueda hacer. Es como esos familiares indeseables que de repente te visitan y no puedes sacar de tu casa, y uno está deseando en silencio que se marchen pronto para poder seguir con tu vida.

La paciencia es una de mis virtudes, más por necesidad que por gusto. Y he aprendido a surfear esta ola anímica que de repente como un tsunami llega a mis playas arrasando y poniendo de cabeza todo. Las réplica siguen, como si fuera un temblor, y no sé cuando se detendrán para que pueda iniciar la limpieza de los escombros, con la esperanza de entender en el proceso si en esta ocasión la visita tiene un motivo claro o no.

Mi teoría es que se debe a la soledad del encierro. A la imposibilidad de hacer muchas cosas que quiero. Y que por más que mi parte racional entiende los motivos, en el fondo mi parte emocional no puede evitar agobiarse aunque no quiera. Toda presa tiene un límite antes de desbordarse, y la mía no va colapsar, pero si de repente causa una que otra inundación en las inmediaciones.

Al final sale el sol y puedo revertir la frase, y decir que me siento mal, pero me siento bien, como acaba sucediendo siempre. He aprendido con los años, que sin importar que tan mal vayan las cosas, siempre hay motivos para ser feliz y sentirse bien con ello. Pero a veces es difícil, y uno por más que lo intenta no logra quitarse esa piedrita en el zapato que no lo deja en paz.

Seguiremos caminando hasta desintegrarla. No queda de otra. La vida no es un camino de rosas. Y aún cuando lo es, de repente se cuela entre los pétalos una que otra piedrita que nos pone a prueba, y momentáneamente nos hace decir "me siento bien, pero me siento mal".

Por si les da curiosidad escuchar la canción, aquí se las dejo, con nada menos que Café Tacvba acompañando a Jaime López. Que la disfruten.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.