La satisfacción de ayudar a los demás

Un mal hábito a la hora de hablar es emitir frases que crean negatividad, algo así como decir, soy pobre, hoy no puedo, siento que me voy a enfermar, todas estas cosas traen negatividad, incluso el rechazo a ayudar a otras personas es malo, porque nada es tan satisfactorio como trabajar con la felicidad de otra persona.

Sin duda, la satisfacción de ayudar a los demás es una recompensa absoluta en forma de riqueza, porque el otro es nosotros mismos en acción y efecto, cada uno de nosotros debe hacer algo para ayudar a las personas que necesitan estímulo, apoyo, descanso o simplemente un gesto que les haga comprender que cada día hay más posibilidades.

Vivir bien significa compartir la razón por la que la vida humana está mejorando en la sociedad.

¿No es cierto que en este período de cuarentena la tristeza de la separación nos abruma? ¿Qué haríamos si tuviéramos nuevas oportunidades?

Respondiendo a estas preguntas, ante una nueva oportunidad de compartir con las personas que amamos, ciertamente trataríamos de dar felicidad, de evitar conflictos, de eliminar las energías negativas; porque nos hemos dado cuenta de que esta vida es demasiado bella para desperdiciarla con miedo y sufrimiento, sin mencionar la mezquindad.

Cuando tratamos de ayudar a los demás, de levantarnos cada mañana, de tener esperanza, de vivir una sonrisa de amor, entonces damos una gran contribución al bien común, a esta persona y a nosotros mismos, porque el cosmos siempre se vuelve a favor del bien, por lo que todos tenemos que hacer nuestra parte y ayudar sin mirar el por qué y a quién, y luego descansar en la satisfacción de ser un mejor amigo, una mejor persona y un verdadero ser humano.

Ayudar a los demás es una filosofía del alma, lo que nos da la fuerza para ser buenos samaritanos, no significa ponernos en peligro o responsabilizarnos por los demás, se trata simplemente de hacer favores a los necesitados, porque ahora no podemos abrazarnos, pero un gesto puede cambiar el mundo.❤

«Cada amanecer es una invitación a intervenir y alegrarle al día a alguien más»..

Jhiess Krieg.