Mi fiel compañero
en cada mañana en el sendero,
con su amor, acaricia mi espalda
con sus manos llena de esmeraldas,
consigo trae un lucero
pidiéndome con esmero,
que le de mi eterno amor
y lo llene de pasión con mi pequeña flor.

Mi fiel compañero
con sus ganas de acero,
me trajo del infinito
su amor bendito,
de esos que te dejan querer
hasta que caiga el amanecer,
dejándome quitar la cobija
hasta que la magia me aflija.

Mi fiel compañero
ese que quiero,
me sacia con su boca
y a la vez me sofoca,
con sus murmullo de pasión
es su mejor canción,
los días se hacen inagotables
en las batallas interminables.

Mi fiel compañero
en el día placentero
con sus poemas de amor
lleno de infernal calor
en tal perfección
que nos ponemos en acción
con momentos de larga intensidad
afiebrados en la inmensidad
con la luna reluciente
quedamos complaciente.

Mi fiel compañero
en los días de mañanero,
con tan gentil puntería
y llenándome de galantería,
con su exquisita poesía
en las sabanas llenas de armonía
se convirtió en un duelo
dejándome en el desvelo.

Mi fiel compañero
todo un caballero
me habla sutilmente
poniéndose elocuente
diciéndome que me amaba
con sus sinfonía volaba
convirtiéndome en su hada
y con su amor quede flechada.

Mi fiel compañero
en el día entero,
con tus delicados dedos
y tus movimientos placenteros,
quedo completamente erizada
y toda enamorada,
con su amor me profanas
y dejándome llena de ganas,
en la lucida mañana
que entra por mi ventana.

Mi fiel compañero
como gran escudero
con su gentil amor
le entrega a su flor
su alegre melodía
feliz y lleno de alegría
con el alba consumida
dejando a su musa complacida
por tanta sacudida
llenándola de vida.

Mi fiel compañero
todo zalamero
atravesó mi corazón
llenándolo de pasión
bajo la luz de la luna
en las noches como ninguna
quiso mi flamante llama
que a los cielos clama
de esta hermosa dama
que sea su ama.