Venezuela alfabética. Décimas.

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Venezuela alfabética.

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Amazonas.

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Amazonas, tierra hermosa
del chamán y la payara,
del tobogán de agua clara,
y la princesa preciosa.
La mano maravillosa
se fijó en el Yapakana,
y el bonito parque Autana
es orgullo amazonense,
que toda belleza vence
con vista hacia la sabana.

Anzoátegui.

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Mar llano, llano y mar
brinda el cielo anzoateguiense
para que la luz comience
en la mañana a brillar.
Anzoátegui del soñar
con su Paseo Colón,
o El Faro de mi emoción
que a La Isleta da un saludo,
y es el Cerro El Moro escudo
de vibrante sensación.

Apure

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Mi bello llano apureño
adornado de ganado,
donde el llanero asoleado
ve transcurrir todo sueño.
Apure es verdad y ensueño
de toda mi Venezuela
con su puente Marisela
y la luz de San Fernando,
médanos iluminando
con su pulida acuarela.

Aragua.

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Tiene una linda Cuyagua,
Ocuamre o Choroní,
en donde por sí o por sí
es deliciosa toda agua.
Es el bello estado Aragua
desde sus frescas Delicias
que nos ofrece caricias
con su música central,
y es agrado nacional
Aragua de las albricias.

Barinas.

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Barinas de claro cielo
tiene en su precioso espacio
Embalse Manuel Palacio
y Museo Alberto Arvelo.
También nos causan revuelo
de una manera total
ese parque nacional
llamado Sierra Nevada
que comparte con la amada
Mérida sensacional.

Bolívar.

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Bolívar, llevas el nombre
de nuestro Libertador,
digno para tu tenor
y tu glorioso renombre.
No existe quien no se asombre
con tu Salto Ángel hermoso,
o impactarse con el gozo
de mirar la Gran Sabana,
gentil, verde y soberana
y su Orinoco impetuoso.

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Carabobo.

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Batalla de Carabobo
cual casa con vigilancia,
tuvo un campo como estancia
y un Bolívar como lobo.
En el cielo hay como un globo
que dibuja tus bellezas
con tu parque de grandezas
o tus playas y tu acuario
de un aspecto extraordinario
que alimenta tus riquezas.

Cojedes.

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Con toda felicidad
en Cojedes nos hallamos
y a la redoma llegamos,
llamada La Libertad.
Es Cojedes la bondad
como expresión exquisita
y el agua termal incita,
en tanto vibra su rango
el Monumento del Mango
que en verano nos da cita.

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Delta Amacuro.
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Los Castillos de Guayana
y el Fortín de San Francisco
resplandecen como un disco
en la radiante mañana.
La Guaisina y Sacupana,
dos islas de la región
alegran el corazón
y al mismo tiempo el ambiente
porque es amable su gente
en cuanto a toda atención.

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Distrito Capital.

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El Ávila caraqueño
destaca por su verdor,
pulmón de clima y frescor
que entusiasma al lugareño.
Tierra de encanto y ensueño
es Ditrito Capital
donde la Casa Natal
de El Libertador está
y allí fulgor le dará
nuestro Panteón Nacional.

Falcón.

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Con tus Médanos de Coro
y tu Parque Morrocoy
tú sigues siendo hoy por hoy
tierra de mucho decoro.
Tus cayos -lindo tesoro-
de contenido visual
te convierten en formal
éxtasis de diversión
y por relajante acción,
en orgullo nacional.

Guárico.

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Guárico lindo y amado,
eres aire soberano
con esa Puerta del Llano
y tu estero esparramado.
Esos morros te han brindado
una fama universal
por su aspecto sin igual
que produce exaltación
para que en el corazón
brille un honor especial.

Lara.

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Lara precioso y divino,
tienes un caudal muy neto:
Museo de Barquisimeto
y la Cascada del Vino.
Siempre marcas el camino
que deja una clara estela
de una esplendente acuarela
de talento natural,
que te hace la capital
musical de Venezuela.

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La Guaira.

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La Guaira tiene memoria
de fuentes muy cristalinas:
Castillo de las Salinas
que es testimonio de gloria.
El estado con euforia
espera en sus emociones
que vuelvan a ser campeones
para honor de la región
y plena satisfacción
sus queridos Tiburones.

Mérida.

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Con tu lindo frailejón
y vivos Chorros de Milla,
eres una maravilla
de mi abundante nación.
Tierra de gran impresión
y de una gente muy grata
que en cordialidad delata
gentilezas e impresiones,
y se encuentra entre tus dones
Páramo de La Culata.

Miranda.

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Higuerote en grato ambiente
a sus playas nos invita
para una perfecta cita
de sol, arena y su gente.
La historia resplandeciente
se ha fijado en Carenero,
patrimonio verdadero
y es muy florido El Jarillo
y de igual forma El Hatillo,
y Barlovento tan fiero.

Monagas.

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Caripe y su cueva extraña
a Monagas le dan fama,
ondeando en nítida flama
a través de la montaña.
Al bandolín se regaña
cuando se toca y se engrasa
porque se concurre en masa
a disfrutar de conciertos,
y es que con empujes ciertos,
músicos tienen su plaza.

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Nueva Esparta.

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Nueva Esparta tan bonita
que con Coche y con Cubagua
formas la tierra y el agua
con la isla de Margarita.
Tu Mirador nos invita
a contemplar en la altura
la majestuosa hermosura
que cubre toda el lugar
para poder disfrutar
de tu gracia y tu lindura.

Portuguesa

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Granero de Venezuela
donde el trabajo es baluarte
que llega a apoyar el arte
y el estudio de la escuela.
La garza imponente vuela
en el río Portuguesa
con su esplendor y belleza
que le permtien Guanare
y Valle Guanaguanare
que de moverse no cesa.

Sucre.

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Cuando el sol nos cae encima
es tiempo para saber
que tenemos que volver
a bañarnos en Mochima.
Bueno es cuando se aproxima
el sol a esa bella playa,
igualmente el mar ensaya
una acuarela preciosa,
y se mira en forma hermosa
el gran Castillo de Araya.

Táchira.

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Exhibe el Táchira mío
la belleza y el color:
el Páramo El Zumbador,
también San Pedro del Río.
Belleza, fulgor y frío
en San Cristóbal se siente
y la luz resplandeciente
ilumina como un faro
en Uribante Caparo
para aclarar el ambiente.

Trujillo.

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Soltó el bardo una verdad
de inspiración en su brillo
al decir que era Trujillo
una eterna Navidad.
Niquitao con su bondad
tiene pailas singulares,
y llega hasta esos lugares
a refrescarse la gente
como si fuera una fuente
de esas espectaculares.

Yaracuy.

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Con un calor soberano
seguro te has de sentir
y no te querrás venir
de su suelo criollo y sano.
El Fogón yaracuyano
es famoso en la región
y produce pimentón,
batata y palma aceitera
y es que en Yaracuy cualquiera
es muy feliz con razón.

Zulia.

En mi verso alegre vago
con rumbo al suelo zuliano
que saludo con la mano
y mis buenos votos hago.
Cuando me aproximo al lago
la gaita llega a mi ser,
y sé que ya voy a ver
Sinamaica la laguna
y feliz bajo la luna
veré un nuevo amanecer.