Melancolías nostálgicas. Reflexiones.

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Melancolías nostálgicas.

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Tal vez suene como una frase repetitiva en sí misma, pero hoy domingo, amanecí con una especie de tristeza, que me indujo a irme directamente a youtube, para buscar música del ayer en inglés, esa misma que llenó de entusiasmo y furor mi juventud en las décadas de 1960 y 1970.

No hago este post con la mera intención de captar entradas económicas, sino de desahogar un poco de esa nostalgia que es necesario drenar de dos formas: oyendo esas canciones, o contar a alguien.

No pude dejar de hacer caer un par de lágrimas silentes dentro de mi alma, al escuchar la canción de The Hollies, de nombre No es una carga, es mi hermano.

Y sentí el arrebato, el deseo y la angustia de montarme en una nave que me condujera hacia el pasado, y me hiciera instalar en aquellas épocas, para volver a compartir con tantas amistades, muchas de las cuales ya se han ido.

Otras canciones que puse fueron Reflexiones de mi vida, de The Mermelades, Uncle Albert, de Paul McCartney, My sweet Lord, de George Harrison, y Hey, Jude, de The Beatles

Tanta sensibilidad interior es difícil contener en el corazón, sin derramar gotas de inexplicable emoción y sentimiento, al mismo tiempo.

Mi juventud lejana ha sido ingrata, al dejarme contemplando un horizonte que no me permite ver atrás a reencontrame con ella.

El viejo pick-up retornó con su aguja mágica, esta vez a punzarme el alma con su remembranza.

Ya, avanzadas las horas de la mañana, decidí cambiar las canciones del ayer, y volver a la realidad.

Doy gracias a Dios por mi juventud y mi vida.