Transgenia en humanos, un futuro incierto para la humanidad

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Durante el mes de mayo del presente año 2020 una noticia me impactó y confirmó viejas hipótesis que manejé unas décadas atrás y que dieron como fruto dos obras que rondaron la ciencia ficción y fueron el fruto de meses de investigación sobre un tema en aquel momento poco abordado pero practicado en las especies vegetales como era la transgenia.

La Nasa plantea que para colonizar el planeta Marte, cuya misión está planteada a partir del 2030 se necesitaría alterar el ADN de los astronautas.

La alteración del genoma humano no es nada novedoso, de hecho se practica incluso a nivel personal en muchos países, por medio de medicamentos que editan el ADN de las personas con el fin de eliminar las mutaciones del mismo, empresas como “The Odin” y “Ascendance Biomedical”, incluso publicitan sus productos a través de Internet y colocan videos en Youtube para que sus “DIY” o “Kits de terapia genética de hazlo-tú-mismo”, sean adquiridos por mayor número de personas, creando un patrón considerado peligroso por la FDA, ya que va más allá de los riesgos de la automedicación.

La clonación dela oveja “Dolly” en 1996 fue solo un impacto publicitario que ocultó los avances científicos acerca de la modificación genética que ya estaba avanzada en los vegetales pero que se orientaban hacia el humano.

Una década antes los científicos habían podido crear la primera planta genéticamente modificada, esta fue un árbol de tabaco a la que se añadió en su ADN un gen de resistencia al antibiótico Kanamicina.
Este hecho me inspiró ese año para escribir la novela corta “Sergei” y cuatro años después una más extensa cuyo título es “Proyecto Génesis”, donde especulo sobre la posibilidad que esta técnica no solo se aplicaría a los vegetales.

La comercialización de los alimentos transgénicos comenzó en 1994 y el precursor fue un tomate, al que se le introdujo un gen que inducía su maduración y los mantenía más tiempo en ese estado, retrasando su putrefacción, hecho que favorecía la distribución del mismo por más tiempo.


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Posteriormente se han avanzado y creado técnicas diversas, muchas han ocasionado cambios radicales en la agricultura, donde el campesino tradicional ha sido desplazado por el hecho que debe ser dependiente de las grandes corporaciones, quienes le venden semillas que producen arboles cuyos frutos son estériles, rompiendo la ancestral costumbre de sembrar parte de la producción de la cosecha.

Volviendo al enfoque primario.

Ya desde 1984 el “PHG”o “Proyecto Genoma Humano” había comenzado sus investigaciones, impulsado por Robert Sinsheimer quien era el rector de la Universidad de California, con la finalidad de descubrir la “Secuenciación” y la “Cartografía o Mapeo Genético” del ADN, algo que no se consiguió hasta el año 2000 con un 99,99% de fiabilidad, sin embargo no fue hasta el 2003 que se anunció la secuenciación completa, mientras que en el 2006 se comunicó haber culminado la del ultimo cromosoma, pudiéndose de esta manera crear la cartografía.

A raíz de esto se han implantado diversas técnicas para la manipulación o edición genética, con la finalidad de combatir las imperfecciones hereditarias de los cromosomas, algo así como la modificación de las rutinas en un programa de computación para que este funcione mejor.

El AND está codificado en cuatro compuestos químicos, que son la Adenina, Tinina, Citosina y Guanina, los científicos los identifican con cuatro letras, A, T, C y G usando secuencias extensas con ellas y descubrieron que las enfermedades genéticas eran producidas por la alteración del orden de estas cuatro letras o compuestos.

De tal forma que la manipulación genética se orientó a componer ese entuerto, solo que esto se podía hacer únicamente en laboratorios, pero coincidiendo con el anuncio de la Nasa, en marzo de este año 2020, un grupo de científicos anunciaron que habían logrado manipular exitosamente genes dentro del cuerpo humano a través de una herramienta llamada CRISPR.

Este hecho sin precedentes fue realizado en el Casey Eye Institute de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón en Portland y abre paso a lo que la agencia espacial norteamericana ha planteado, la posibilidad de modificar el ADN de los astronautas, pero no para combatir alguna enfermedad congénita sino para crear humanos con características diferentes a los comunes.


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Esto podría abrir una para lo cual la sociedad no está preparada, ya que como a las plantas, se podrían hacer modificaciones específicas para que una persona en particular posea características que lo hagan superior a los comunes, nada tan diferente a los personajes de “Stan Lee, los X-men” o las fantasías de otros creadores que dotaron a sus personajes de superpoderes o condiciones diferentes a lo normal.

Esta acción va más allá de la manipulación hormonal que se está realizando con animales para que estas alteren el metabolismo normal, creando ejemplares más productivos, porque un grupo de personas, respaldadas por grandes corporaciones o gobiernos, tendrán la potestad de convertirse en dioses que decidirán el futuro de la humanidad.

El avance en la transgenia humana es una espada de Damocles que podría resultar más mortífera que cualquier arma de destrucción masiva y si bien es cierto podría ayudar a combatir enfermedades y a la colonización de otros planetas, como Marte, dado que la manipulación del genoma permitiría a los astronautas poseer condiciones extraordinarias, como por ejemplo: necesitar menos oxigeno o ser inmunes a la radiación o la microgravedad, también en manos equivocadas podrían producir una catástrofe en la tierra.

 

Algunas Referencias consultadas

 

Nasa: colonizar Marte necesitaria alterar ADN de los astronautas
Editar el ADN desde casa, la moda que podría convertirse en epidemia
Proyecto Genoma Humano
La evolución de los transgenicos
Modifican ADN dentro del propio cuerpo



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