Modelo Webcam (Relato)

Severio es uno de esos escasos jóvenes desconectados completamente con la tecnología y esto se debe a que además de la misma no llegar hasta el apartado rincón donde se encuentra, una isla casi virgen y paradisiaca, pero recientemente tomada como destino turístico por muchas personas. Desde muy pequeño se ha dedicado a la pesca y en los últimos años a atender el pequeño restaurant, único del lugar, donde calman su hambre los que han descubierto que la playa del lugar es una de la mejores del país.

Como es lógico imaginar, el boom ha provocado cambios apresurados y la necesidad de manos que ayuden con todo, razón por la cual Raimundo y Jeremías, dos compañeros de colegio que viven en tierra firme, se han sumado a la misión de atender a los bañistas.

Desde hace años, cuando dejó de estudiar estando en la secundaria, para hacerse cargo de la manutención familia ante un accidente de su padre, las visitas a la ciudad han sido exclusivamente para comprar lo requerido en el negocio. Es como un caballo con gríngolas que solo está pendiente de lo que busca.

Un día llegó un grupo de jóvenes de ambos sexos equipados con carpas y todo lo necesario para pernoctar en el lugar, la colocaron a unos 100 metros de donde vivía el joven y pasada las diez de la noche una de los integrantes de ese grupo llegó hasta el lugar y fue atendida por Severio, quien quedó atrapado por la belleza de la chica y el cuerpo escultural que mostraba, dado que solo llevaba puesto un pequeño traje de baño tipo bikini que dejaba al descubierto la mayor parte de sus grandes y redondos pechos y sus torneadas piernas, que envidiaría cualquier atleta.

Ella dijo llamarse Estela y buscaba unas baterías para la linterna, ya que accidentalmente las suyas se habían caído al mar en la travesía.

No tenían esas cosas a la venta en el restaurant pero él cortésmente le regaló las que usaba para su radio de transmisor, por lo que ella quedó agradecida y estuvo más de media hora conversando con el joven, hasta que otra chica acompañada por dos chicos llegaron a buscarla, preocupados por la tardanza.

Supuso que era su novio pero ella al siguiente día regresó sola, sorprendiéndolo, y compartió incluso un almuerzo con él.

Volvió en otras ocasiones, esta vez acompañada por unas primas, en temporada de turistas y terminaron como novios, para la envidia de sus amigos y alegría pero cierto temor por parte de los familiares, ya que ella no pertenecía al núcleo de personas con las que generalmente se ligaban todos.

Él por su parte está feliz y orgulloso, aunque por ratos le invaden los celos porque ella captura las miradas de todos los hombres, por su gracia y además su rostro angelical.

Ella vive en una ciudad que está a 200 kms de allí, estudia en la universidad y según sus propias palabras trabaja como modelo webcam.

Eso impresionó a los amigos de Severio, ya que no entendían como una chica de farándula pudiera enamorarse de un pescador, aunque no podían negar que su amigo era atractivo y en época de estudios era muy apatecido por algunas chicas pero él ni las miraba.

Ellos si estaban al día con la tecnología y decidieron buscarla en Internet, seguros que la verían rodeada de estrellas, de hecho se sentían orondos de ser sus amigos.

Pero para sorpresa, descubrieron que dichas modelos en el mundo real no existen, que el termino ha sido inventado o manipulado para enmascarar el hecho que ciertas mujeres, jóvenes la mayoría, cobran para mostrar fotos suyas desnudas, las más atrevidas incluso videos.

Se miraron asombrados, dudosos de contarle a su amigo el descubrimiento pero al final han preferido callar.

Todas las noches rastrean el nombre pero no la han conseguido, llegan a la conclusión que tendrá uno artístico.

Ya la pareja lleva seis meses juntos y están felices e incluso con planes futuros de matrimonio y ya Raimundo y Jeremías han dejado de mirarla con morbo, aunque siguen tratando de descubrir cuál es el nombre artístico de ella.