La naturaleza puede ser tan perfecta a veces, que una simple foto es posible no haga gala a lo que nuestros ojos están viendo. Recuerdo que aquel día había caído una llovizna y sabiendo lo que más o menos me iba a encontrar decidí ir hasta los jardines más cercanos de mi casa y buscar esos detalles escondidos que estaban entre tantas hojas.

Cuando hacemos este tipo de fotos básicamente hay que buscar en cualquier sitio porque no es algo que esté en todos lados, la simple observación y la paciencia son factores muy claves para dar con la captura correcta o por lo menos con aquella que estemos buscando.

Estas fotos las hice con un lente Sigma 18-200mm, probablemente no sea el mejor lente para este tipo de fotografías ya que existen los lentes macro que de verdad son los ideales para una buena macrofotografía. Pero como ven a la hora de querer hacer la foto, el instrumento que tengas no es necesario sino el cómo lo utilizas y le das uso al máximo.

Otro aspecto importante con estas tomas es el revelado, puede parecer mentira pero la manera en cómo influye en el resultado final es increíble. En resumidas cuentas lo que se hizo fue acentuar contrastes y tonos oscuros para poder dar detalles a las gotas usando el reflejo del cielo y de la vegetación que había alrededor.

Por fotos como estas es que me gusta tanto la fotografía y es que a través de ella uno puede descubrir infinitos mundos que están delante de nosotros y por el hecho de no saber mirar más allá no nos atrevemos a explorar. Esta profesión ha hecho que sea capaz de estar mucho más pendientes de los detalles, ejemplo de ello son estas gotas.

Estoy seguro que hace uno cuatro años jamás me hubiera imaginado ser capaz de poder apreciar y captar una foto así ya que además de la vista pude afinar otras cosas, la creatividad por ejemplo. Así que esto sirva de motivación para aquellos que quieran empezar a hacer fotos, constancia y paciencia, no necesitan más.