Siguiendo un poco la onda del post pasado sobre ciertos lugares que podemos visitar en la capital y aprovechando que he estado desempolvando fotos me conseguí con estas que hice cuando fui al museo de bellas artes.

Es un espacio donde hay jardines, tiendas y hasta un café en el cual perfectamente puedes pasar una mañana de un fin de semana cualquiera. Si vas en grandes grupos lo más seguro es que se pongan quisquillosos a la hora de dejarte entrar, así que mejor ve en grupos pequeños.

Algunas de las formas que podemos encontrar en los espacios abiertos, esas combinaciones entre lo natural y las obras hechas por el hombre. Cuando visito este tipo de lugares lo primero en lo que siempre busco darme cuenta es en que tan desconectado esté del "mundo exterior", es decir, vale la pena estar y pasar un rato allí?...

Cuando la respuesta es si es porque generalmente el lugar está aislado casi en su totalidad de todo lo que sucede afuera, digase ruidos, cornetas y hasta de las mismas personas.

Este museo tiene la firma del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva siendo una estructura neoclásica. Realmente caminar por sus pasillos es como teletransportarse en el tiempo e ir a cualquier templo griego.

En terminos generales, al igual que con el parque el Calvario, es un lugar el cual afortunadamente tratan de mantenerlo en unas condiciones estables para que pueda ser visitado. No es el deber ser ya que estos sitios tendrían que ser como santuarios para la cultura del país.

Es por eso que siempre desde este espacio siempre voy a alentar a todos lo que lógicamente vivan en estas fronteras a visitar y recuperar estos espacios. Y pues tambien aprovecho para mostrar a todos aquellos que están fuera los espacios con lo que contamos en Caracas, es decir, ese lado amable de la ciudad.

Estas ganas empezaron hace como 4 años cuando empecé a caminar Caracas con solo mi teléfono y un grupo de gente entusiasta de la fotografía para simplemente eso, hacer fotos y ya. En aquel momento para mi era un hobbie pero poco a poco le comencé a agarrar el gusto y desde ahí hasta el sol de hoy no he dejado de hacerles fotos a Caracas.