Contra la violencia de género || Incentivemos el respeto a la mujer.

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La violencia de género se está haciendo una costumbre. Diversas protestas han puesto en evidencia los crímenes y abusos que se han cometido en contra de las mujeres, las cuales han sufrido el maltrato físico y verbal durante mucho tiempo. Sin duda, muchos han sido los avances que han permitido que algunos derechos de las mujeres se respeten, sin embargo aún falta hacer mucho más para consolidar una sociedad que las tome mucho más en cuenta. Hay que romper esa brecha que impide que la mujer sea libre en todos los sentidos, que pueda expresarse como más lo desee y que su opinión también cuente. Hoy, puedo decir, que la mujer a decidido ser independiente.

Está claro que la exclusión de género también es otro de los problemas que impiden a la mujer gozar de sus plenas libertades. ¿Por qué una mujer no puede jugar al soccer o ser una Gamer? Hay una conducta xenófoba en contra de aquellas damas que han decidido incursionar el un mundo que anteriormente solo “era para hombres”. Esto hiere el orgullo de muchos, pues les aterra que ellas sean mucho mejores y más adiestradas. Hoy se ha demostrado que una mujer puede ser igual de fuerte que un hombre, e incluso mucho más fuerte.

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La violencia es un desagradable instrumento que usan algunos hombres para intimidar a la mujer. Con golpes o agresiones de todo tipo, intentan denigrarlas. Sin embargo, golpear a una mujer no te hace más fuerte, más bien te convierte en un cobarde. Así que, como buenos caballeros que somos, debemos orientar nuestras actitudes al respeto de la mujer. Ellas no son un saco de boxeo, ni mucho menos un trapo al que podemos decirles groserías.

Por otro lado, el acoso sexual es otro tipo de violencia contra las mujeres, uno más perverso pero igual de peligroso. Normalmente, cuando se dice un piropo a una mujer, por ejemplo, no se toma en cuenta si a ella le gusta o no que le anden silbando en la calle y diciéndole un montón de barbaridades desvergonzadas. Sí, a muchas mujeres no les gusta ser piropeadas. Esta práctica puede considerarse un tipo de abuso, aunque ustedes no lo crean. A ellas debemos tratarlas con respeto, de la forma más caballerosa posible. No es igual un poema que las vulgaridades morbosas, ¡Ten cuidado! Ella está en todo el derecho de meterte una bofetada.

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Veo con alegría los nuevos movimientos que están surgiendo en pro de los derechos de las mujeres. Esto es de aplaudir. Me encanta la idea, además, de moldear ante la sociedad a la mujer fuerte, valiente, libre e independiente. Esto permite que las mujeres que aún están siendo víctimas de la violencia de género se animen y denuncien a los patanes que intentan someterlas. Cada vez son más las voces que piden el cese del feminicidio, la exclusión de género y el acoso sexual, y esto sin duda da un gran mensaje: “Necesitamos cambiar muchas costumbres erradas para vivir en una sociedad más equitativa” en pocas palabras, las mujeres merecen los mismos derechos de los hombres.

No hay peor término que ese del “macho dominante”, o sea, creo que ni los simios son así de ignorantes. Este problema de cultivar una masculinidad que “pongas las riendas sobre la mujer” es la causa más inmediata de la violencia de género. Normalmente esta conducta perversa se le es impuesta a los niños, incentivándolos a ser violentos contra las mujeres. Sin duda, hay que evitarlo a toda costa. Esta clase de ideología debe cortarse desde la raíz. El agresor debe ser denunciado a las autoridades antes de que una desgracia ocurra. De esta manera se ve protegida tanto la integridad y el futuro de la mujer como la de sus hijos.

Así que, para evitar la violencia de género primero debemos cambiar ese patrón erróneo del machismo desenfrenado. Hay que cultivar nuevas ideas y costumbres, sobre todo en los más niños, pues ellos son los que llevarán la batuta de esta sociedad en los años venideros. Además, también hay que tomar en cuenta tres valores fundamentales: respeto, inclusión y amor.

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  • Respeto: para aceptar las ideas de la mujer y además, darle un lugar en el mundo. También para forjar lazos de aceptación de sus gustos, pensamientos, decisiones, y derechos.

  • Inclusión: para que la mujer pueda desenvolverse en las áreas que ella desee sin opiniones ofensivas o xenófobas. Ellas son libres de ser lo que quieran ser, desde astronautas hasta jugadoras de soccer. Además, tienen derechos, y sus opiniones también cuentan.

  • Amor: para combatir la violencia. Como hombres y sobretodo caballeros, debemos aprender a ser personas y no “machos” como la sociedad masculina absurda se empeña en educarnos. La violencia solo conlleva a la destrucción y la muerte, y es imperdonable cuando está dirigida a la mujer. Seamos más humanos, dejemos a un lado ese aspecto salvaje y apelemos al lado más respetuosos con las mujeres.

Necesitamos una sociedad más inclusiva, una donde todas las opiniones valgan por igual, donde todos tengamos los mismos derechos y no exista la violencia de género. La mujer es una joya valiosa, única, empoderada y fuerte… más fuerte que los hombres. Ellas tienen todo el derecho a ser independientes, libres y opinar sin que se les silencie o se les lastime. Así que, como buenos caballeros, seamos más respetuosos. La mujer alzó su voz, y nosotros debemos escuchar con mucha atención. Después de todo ellas también merecen ser escuchadas.

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