Afrontando las decepciones

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No todo es color de rosas. Hay ocasiones en las que todo lo que hacemos nos sale mal, tal vez en una calificación de la universidad, o quizás en nuestros trabajos e incluso como blogueros. Cada día, enfrentamos las decepciones. Es normal imaginar que algo sucederá de determinada manera, y nos ilusionamos con alcanzar las estrellas. Soñamos ¿No es eso normal? Pero ¿Qué pasa cuando la realidad es muy distinta a nuestra imaginación? Oh, por supuesto, caemos en una espiral de tristezas y desilusiones, eso sí nos dejamos vencer por la derrota. A nadie le gusta caer, y menos cuando hay muchos sacrificios y tiempo invertido de por medio. No obstante, ¿Quién ha ganado sin antes perder? Sí, el camino a la victoria está lleno de cicatrices.

Creo que la derrota es como una lección. Los errores nos ayudan a redirigir nuestras metas, a buscar estrategias y alternativas que quizás nos ayuden a obtener ese éxito que tanto queremos. Cuando era niño me encantaba jugar a la carrera de sacos. Recuerdo que metía mi cuerpo en esa gran bolsa de plástico y corría junto a mis amigos para desafiarlos. Ellos eran más veloces que yo, y a diferencia de mí nunca terminaban tendidos en la tierra. Jamás lograba ganar el primer lugar pero aun así seguía compitiendo. Ellos me preguntaban “¿Por qué no te rindes si siempre pierdes? Y yo les respondía, haciendo caso al consejo que mi madre siempre me recuerda: “No vengo a ganar, vengo a divertirme”.

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Quizás por buscar la victoria y no la diversión es que nos decepcionamos. Piensa en esto: si haces lo que te gusta pero aun así no obtienes gran fama, ¿Por qué te entristeces? Tal vez porque necesitamos ser reconocidos por otros para poder estar seguros de que somos importantes. No obstante, no necesitas de las opiniones de otros para sentirte feliz. Con el simple hecho de hacer algo porque te parece atractivo, emocionante y reconfortante encuentras la mejor de las victorias. No vencemos cuando ganamos grandes toneladas de dinero, ganamos en verdad al momento de desenvolvernos con amor, pasión, y muchas ganas sin importar los resultados. El éxito no tiene que ver con lujos, yates privados ni mucho menos mansiones californianas.

La felicidad no es material, ni viene en forma de diamantes. No necesitas ser alabado por millones de seguidores en Twitter para ser feliz. ¿Sabes cuál es el único amor que realmente debe importante?: el tuyo y las personas que realmente están cerca de ti y te apoyan. Lo demás es superficial, plástico y no tiene un valor verdadero. Quizás habrán día grises, otros coloridos, aun así, debemos pensar no en el fracaso o en el éxito sino en el aprendizaje que nos ayuda a mejorar como personas, a conocer más sobre nuestras cualidades y defectos. La emoción nos gana cuando una idea increíble azota nuestra mente, y sin siquiera ejecutarla ya decimos “¡Voy a ser importante con esta idea!”. Muchas veces pensamos en ganar, pero aunque no queramos también hay que pensar en: ¿Y qué pasa si pierdo?

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Como bloguero a veces me pasan cosas muy curiosas. Un día me llega una idea a la mente y digo ¡Está buenísima esta idea!, y al momento de postearla, ni siquiera tiene un voto. Jaja. Pero, más allá de eso, intento sentirme bien con lo que hago y no con la recompensa que tendré al hacerlo. Es mejor pensar en divertirse, y aprender algo nuevo que meter esa idea de “la victoria” en nuestra mente. No con esto quiero decir que esté mal ganar, o tener una gran fama, porque al fin y al cabo lo mejor de intentarlo muchas veces es que algún día al fin lo lograrás. Solo pienso que también debemos considerar la derrota así no nos parecerá tan amarga cuando las cosas nos no salgan del todo bien.

Así que además de ganar, también debes aprender a aceptar la derrota, pero no con eso te esconderás debajo de tu cama y asumirás que es el fin del mundo. Por el contrario, suspira, sacude ese cuerpo, baila, escucha música, distráete de alguna manera y reinicia toda otra vez. Siempre está bien recompensarse sea cual sea el resultado, pues al darnos algo de cariño olvidamos esas penas que llaman a la decepción. Si te obsesionas con ganar, ganar y ganar, cuando pierdas te harás un océano de llantos. No mires el trofeo con una reliquia que te hará importante, o famoso, o increíblemente millonario, mejor obsérvalo como ese amigo que te ayudará a mejorar y a sentirte conforme con todo tu esfuerzo.

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La palabra “decepción” puede tener un significado oculto ¿quieres descubrirlo? te lo dejo en el siguiente acróstico:

  • Dedicación: Cuando la derrota nos cae encima, no hay mejor remedio que dedicarnos a vencerla con un nuevo intento, esta vez, mucho mejor que el anterior.

  • Esfuerzo: Al dar lo mejor de nosotros conseguimos poner al máximo nuestras capacidades, de esta manera, sabremos que lo haremos bien aun si fallamos en el intento.

  • Constancia: Nada puede darse por perdido. La idea es intentarlo muchas veces y nunca abandonar el objetivo.

  • Éxito: Cuando a pesar de salir derrotados abrazamos el valor de nuestro esfuerzo, realmente alcanzamos la victoria.

  • Propósito: Tener en el horizonte nuestra felicidad emocional debe ser siempre nuestro mayor propósito.

  • Coraje: Hay que ser valientes para ganar, pero también para aceptar la derrota.

  • Inteligencia: buscar alternativas nos llevará a encontrar mejores maneras de salir de la decepción y encontrar nuevamente nuestro camino al éxito.

  • Optimismo: Ser positivos aun en los días grises nos dará una fuerza de voluntad que muy difícilmente se quebrará.

  • Nobleza: ser humildes ante todo, y no alardear de nuestras cualidades nos hace personas sabias y no arrogantes.

¿Lo ves? Todas las letras que forman la palabra decepción nos invitan a no sumergirnos en las lágrimas, más bien a dar lo mejor de nosotros para vencerlas y volver a la lucha nuevamente. La idea no está en vencer, sino es aprender y divertirnos en el intento. Después de todo estamos haciendo algo que nos gusta y emociona, y tarde o temprano aprendemos que la mejor alegría es la que proviene del corazón. Las decepciones no nos lastiman, por el contrario, nos hacen muchísimo más fuertes.

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1 comments
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Muy bueno tu post! Saludos.

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