De esta frase puedo expresar esencialmente, que denota la idea del anhelo de existir en el imaginario de alguien. Esta imagen o fijación está muy arraigada en el poeta Oliverio, o en el sujeto poético, si nos concentramos exclusivamente en el poema. Precisamente es por eso que he elegido esta frase para compartirla con ustedes. Porque existimos cuando estamos en el pensamiento de nuestros semejantes o de la persona amada. La expresión resalta la importancia de la empatía. Así como el caso particular de la frase subterfugio en el contexto del video: Oliverio está tan arraigado en la soledad de su hermetismo que desea estar en el pensamiento de alguien: con certeza de la mujer que vuela, de su amor o su musa.

La segunda frase que deseo compartir con ustedes de manera curiosa se encuentra también al final de los dos últimos versos del poema "Should lanterns shine" / "Si los faroles brillaran", que pertenece al poeta británico Dylan Thomas:

"La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque aún no ha tocado el suelo."

Analizando la expresión en el contexto del poema, generalmente, me parece interesante porque la miro como la metáfora del juego de la vida, del pasar de la vida. Existe un suspenso captado en ella. La pelota que no termina de caer representa al tiempo. Me hace pensar en la esencia inmutable del Ser. Esa parte infantil y noble que en las personas sensibles, ni el tiempo puede borrar. También pienso en la espera impaciente de que esa pelota caiga. La muerte aquí, también juega un papel fundamental: al caer la pelota se completa el ciclo, es el preludio al final. En lo personal me gusta esta frase porque pienso que el niño interno es una cualidad, un tesoro que siempre debemos tener activos para conservar el espíritu joven y libre.

La tercera frase la considero romántica y digna de agregar a la lista. Es una expresión que pertenece al paradigma literario de Rayuela, del célebre escritor Julio Cortázar. En el primer capítulo, segundo párrafo, el autor inscribió:

“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.”

Esta expresión, como si fuese una especie de epígrafe iba a ser el signo de toda la novela, está cargada de un aire metafísico, místico, que incluye a los hilos del destino y, a la intuición humana de saber que se está predestinado para vivir la gran experiencia, el sortilegio de amar. No obstante, hay que estar preparado para ello. Esencialmente hay que sentirse bien con uno mismo, tener personalidad, disfrutar de los matices del camino. Vivir sin apresurarse, pero tampoco si demorar. Ir con certeza hacia el encuentro de un alma gemela.

La siguiente expresión a citar pertenece a la insigne pluma del poeta cumanés José Antonio Ramos Sucre. En el último párrafo de la prosa poética de "La vida del maldito", del libro La Torre de Timón, 1925. Está presente la frase:

"Yo quiero escapar de los hombres hasta después de muerto..."

En esta frase se puede apreciar una posición antagónica bien marcada. El poeta del mal y el dolor, como se le conoce, plasma una realidad lúgubre en “La vida del maldito”. Comprendo que la frase objeto es una sentencia relevante porque a modo de catarsis, en algún momento de la vida, todos hemos querido estar ausente de todo, sin deseo de contemplar a nada ni a nadie. Esta es una expresión muy profunda, una reacción nihilista ante las corrientes sociales. Por algo el poeta argumenta en el tercer párrafo de esta prosa poética: “Mi alma es desde entonces crítica y blasfema; vive en pie de guerra contra los poderes humanos y divinos…” Escapar de los hombres hasta después de muerto significa que no existe el más remoto deseo de ser recordado. Sentimiento y pensamiento que también es producto de un sujeto poético o protagonista endiosado en la magnificencia del ego y del arquetipo del héroe. Comparto esta frase con ustedes para mostrar un ápice del gran trabajo de vanguardia que realizaba entonces el gran poeta cumanés. Cuando yo leo a José Antonio Ramos Sucre siento la gran fuerza de su espíritu.

Para finalizar he decidido incluir una frase de un hombre cuyo nombre debe ser insoslayable, Isaac Asimov. Un hombre que encaja perfecto en estos nuevos artificios de la era de la tecnología futurista, con un gran aporte al género literario de ciencia ficción. La expresión es la siguiente:

"¡No hay naciones! Solo hay humanidad, y si no llegamos a entender eso pronto, no habrá naciones, porque no habrá humanidad."

Esta frase contiene mucha sabiduría, es digna de compartir. Comprendo que se exhorta a la humanidad a una verdadera integración, de beneficios y efectos positivos para todos. Se alienta a las sociedades humanas a sincerarse y asumir la responsabilidad de su propio destino y el de otros. Se coloca al ser, a la humanidad, en la cúspide de la pirámide de valores. Es un llamado de atención a la reflexión profunda y tangible.

Gracias por su lectura, hasta pronto, les deseo muchos éxitos.