El eco de tu voz se escucha en la montaña,
Allá en donde los monstruos habitan y
En donde los sueños se cumplen.
Lejos de la ciudad y cerca del río está el puente,
Cruzaré pues, la cordillera,
Y habitaré contigo los campos fértiles;
Me enseñarás del amor y de la vida,
Yo te enseñaré del miedo y la esperanza.
Subiré como aquel que se atrevió a mirar
La luna bajo sus pies:
Soñando,
Con miedos
E ilusiones.
Aloha
por siempre.