Ser padre es una misión de vida.

En algunos hogares, mantener la relación es insostenible, podemos ver que la separación es inevitable, continuar sería hacerse más daño y se decide optar por el divorcio, en este caso hay que ser muy maduros y entender que los hijos es algo que los va a unir por siempre y que se deben respeto en su comunicación; siendo de ahí en adelante lo más importante el futuro de ellos "los hijos". Proveerle una mente sana llevarlos a hombres y mujeres fuerte trabajadores de bien para que ya de adultos despeguen del nido maternal y hagan su propio nido.

El asunto es que en ocasiones muchas madres le toca abordar ambos roles, cohibiendo a muchos hijos de esa oportunidad del amor y fortaleza del padre, esa seguridad y soporte del aspecto en sí del hombre como sostén y cabeza del hogar, así como las gracias y ocurrencias, donde esas madres de pronto contrariada no pueden suplir y mucho menos sustituir, ya que ambos aportes son esenciales en la crianza, educación y fortalecimiento de los hijos.

En la inmadurez de algunas personas, cuando se culminan las relaciones, no se entiende que las relaciones de los hijos no deberían afectarse jamás y que caer en una guerra, puede ser el peor error a cometer y seguramente creará heridas o algunos traumas en los hijos.

A veces ambos progenitores compiten por opacar lo que hace el padre o la madre con los hijos, propiciando ausencias, o sabotean el rol del otro progenitor a fin de ganar terreno sin entender que el hacer daño a la otra parte de alguna forma es tocar al niño. La finalidad no es competir ya que, nadie gana todos pierden y el niño es el que lleva la peor parte.

Hace falta madurar y distanciar esas heridas de nuestros hijos, ellos no escogieron sus padres ese fue trabajo de Dios, ellos no pidieron nacer, esa fue decisión de sus progenitores y si existe una relación que apunta al divorcio, ellos también son inocentes de esa separación, así que piensen en ellos antes de crear una guerra, a fin de cuenta, son los niños los más perjudicados y esas marcas le quedarán de por vida.

En algún sitio que no recuerdo leí esta frase: "todos llegamos a ser hijos, pero no todos llegamos a ser padre" es una decisión y un compromiso de por vida, del cual siempre estaremos ahí para socorrer. Es un orgullo que todo hombre puede tener al escuchar decir Papá.

Bendiciones a todos en este día @electrodo.

Me despido dándole las gracias por aceptarme como uno de ustedes y esto es solo un abre boca de tantas cosas y anécdotas que les pudiera contar de mis días, hay quien dice que si me pusiera a contar mi vida pudiera escribir un libro que tengo más historias que condorito, jejeje….

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