La Dulce Crucita, emprendimiento familiar.

Hace aproximadamente 12 años inicie con mi familia un negocio que consiste en la elaboración de comidas por encargo, pasapalos, dulceria y todo reto que se nos pusiera en el camino; allí nació La Dulce Crucita. Ese año fue muy bueno ya que elaboramos dulces variados de distintas frutas: piña, lechosa, mango, hicaco, durazno, guayaba etc. Todo era un reto ya que nunca había hecho dulces en grandes cantidades, pero lo logramos.

Al principio los que tuvieron más demanda fueron el dulce de lechosa y la jalea de mango. Ese fue un año bueno. Con el tiempo nos quedamos con la favorita de la clientela: La Jalea de Mango de La Dulce Crucita.

Cabe destacar que cuando yo era niña mi madre hacía jaleas de mango, y así ayudaba a mi padre en el sostén del hogar; mis hermanos y yo, salíamos a venderlas.

La Dulce Crucita tiene una buena clientela que aun conserva a pesar de que se nos ha hecho difícil elaborar las jaleas de mango por el problema del gas y el costo del azúcar. Nuestras jaleas han viajado por casi toda Venezuela.

Siempre buscando nuevos horizontes, 3 años después nace un nuevo producto: El Ron con Ponsigue, pero eso se los contaré otro día.

Los invito a emprender, a no dejarse vencer por la adversidad; cuando hay constancia y dedicación siempre se encuentra un camino para salir adelante.

Todas las fotografías de este post se encuntran disponibles en la pagina de facebook de nuestro emprendimiento familiar La Dulce Crucita: https://www.facebook.com/LaDulceCrucita/