El Amigo

avatar


Fuente

 

Camina con mucha pesadumbre como buscando algo, a veces se detiene y su jadeo habla de su cansancio, mira hacia arriba y extiendo los brazos como clamando al cielo.

Camina desde la mañana hasta el mediodía, regresa a su casa con las manos vacías, sus lágrimas del alma brotan; pero están turbias por el dolor y la desesperación.

Su hijo mayor, ocho años, le dice…

-No llores más mamá. Mis hermanitas ya comieron y están acostadas, aquí te guardé la tuya, come y descansa en la hamaca, que bajo las matas de Mangos está colgada.

Camina de nuevo cargando sus penas y desesperación, camina bastante desde el mediodía hasta la tarde. Cansada se sienta en uno de los banco del malecón.

Mira el correr de las aguas del gran Orinoco, a rendirle tributo al mar, mira el correr de sus lágrimas del alma, a rendirle tributo al dolor y se pregunta ¿Hasta cuándo esta miseria social?

Piensa en voz alta…

-Otra vez comida no voy a llevar

Regresa a su casa con angustia y mortificación. Las niñas pequeñas están llorando…

-Mamá están llorando por hambre y desesperación

-¿Qué hago Dios mío? No consigo empleo y nada puedo vender. Algo tengo que hacer; porque mis hijos tienen que comer.

Camina de nuevo la mujer, ahora lo hace desde la tarde hasta muy de noche. Camina con altivez, tacones alto, muy bien vestida, sonríe y coquetea pero su alma está abatida

Un hombre buen mozo de mirada brillante, se sienta a su lado muy cortés y galante

La mujer para sus adentro piensa…

“Tengo que hacerlo no puedo perder este chance, perdóname Señor voy a vender mi cuerpo, sé que esto es humillante”

Mayúscula fue su sorpresa al escuchar la voz de aquel hombre cuyas suaves tonalidades trasmitían paz, se sentía muy bien y segura de sí misma

Escuchó con mucha atención lo que el hombre decía…

-Te he mirado en tu caminar de día, en tu caminar de tarde, también he visto cuando clamas con tanta fe mirando al cielo, también he mirado tus lágrimas cuando sales de tu alma y esperé tu caminar de noche no para hacerte reproche, sino para ayudarte.

Por tu fe y tu amor me enviaron a darte una oportunidad, por tu dolor y desesperación he venido a salvarte, regresa a tu casa mujer con tranquilidad y mañana caminas de día, camina, camina, no pares hasta llegar donde está el restaurant.

Así lo hizo, de nuevo aquella mujer miraba y se sorprendía

Se encontró con el hombre de mirar brillante cortés y galán

Desde ese día ni sus niños ni ella por comida sufrían, ahora con mucha nostalgia se pregunta…

“¿Para dónde se fue mi amigo? ¿Por qué te fuiste amigo? Por ti estoy trabajando y atiendo bien a mis hijos. Quiero darte las gracias y sentarme de nuevo contigo”



0
0
0.000
3 comments