Bitácora personal 19 01 2021: Un día de paz

A veces olvidamos el valor que tienen ciertas cosas como la tranquilidad, la paz. Tener días en que no hay sobresaltos, preocupaciones, pendientes que nos agüiten el alma. En esos días las cosas más simples cobran una relevancia inusitada, o es que tal vez, sin las nubes de las preocupaciones, la luz del sol les da de manera directa y podemos apreciarlas en toda su magnitud.

Hoy ha sido uno de esos días. De esos días que no necesitan de nada extraordinario para ser extraordinarios. Un día que desde que se asomó el sol, salvo por el frío propio de estos días, no ha sido más que un día que he disfrutado al máximo. Tanto que hasta el frío ha sido pretexto para tomarme un café y arropado en la cama, ponerme a leer como hace tiempo no lo hacía.

Mi día a consistido simplemente en vivir: despertar, desayunar, hacer los quehaceres propios del hogar, resolver un par de pendientes del trabajo, almorzar delicioso, darme un rico baño, ver una película, organizar mi agenda y objetivos para la próxima semana, revisar mis blogs y redes sociales, escribir, cenar lo que me quedó del almuerzo, y poner música, prepararme un café y acostarme a leer, hasta que el sueño me lo permita.

Un día hermosamente común y corriente, sin preocuparme por tener que salir y tomar todas las precauciones necesarias para minimizar los riesgos de contagio debido a la pandemia del Covid-19. Un día sin juntas sin parar por Zoom, y plataformas similares. Un día sin tener que calificar tareas y más tareas de mis alumnos. Un día sin tener que preparar cursos, porque afortunadamente voy a dar cursos que ya he dado antes. Y un día sin imprevistos y problemas por resolver. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?

Hoy he vivido un día de paz, y de tranquilidad. Un día de lo más rutinario, común y corriente. Un día que ha sido un oasis en estas agitadas aguas en las que vivimos hoy, en que el futuro no está comprado y salir a la calle a veces es como jugar a la ruleta rusa. Hoy he vivido un día de lo más ordinario, y por eso doy gracias.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.