27/05/2020
Aliendres, A.

Hola Hiveans

Me encantan los árboles, sobre todo los ejemplares de gran altura que entran en la categoría de bosque de coníferas; uno de mis sueños es visitar pronto el Parque Nacional Redwood, al norte de San Francisco (California) para deleitar mi vista al mirar el gigante Hyperion, el titan vegetal del cuaternario. Por supuesto, admiro la flora en general; esta mañana quise tomar un poco de sol y aire fresco, así que bajé del apartamento y estuve caminando por las adyacencias del urbanismo, el cual está ubicado en la avenida Rómulo Gallegos de la ciudad de Maturín, estado Monagas.

A decir verdad, ignoro cuándo fue construido este conducto vial; eran las 08:30 (hora local de Venezuela). La nubosidad atmosférica y radiante sol hacían recordatorio que nos encontramos en una zona característica de un clima de sabana tropical en su natural período de sequía. El tráfico automotor era prácticamente nulo, así que mi órgano respiratorio pudo percibir el aire sin el desagradable y tóxico dióxido de carbono (CO₂) que nos envenena lentamente. Capturó mi atención la flora epifita vascular de helechos que se encontraba hospedada en varias palmeras.

Las especies epifitas son aquellas que tienen la capacidad de establecer una forma de parasitismo mecánico, más no orgánico; de esta manera, no afectan a los forofitos (plantas que los hospedan) y de cierta manera lo benefician. Los nutrientes minerales y orgánicos necesarios para su desarrollo y mantenimiento los obtienen del ambiente, complementado por la luz y agua. Detenerse a pensar un momento sobre este particular estilo de vida, es sensacional y digno de querer comprender un poco más.

Cuando revisamos la literatura especializada, encontramos que gracias a los primitivos parientes de estos helechos, se formaron los actuales yacimientos de minerales energéticos, mejor conocidos como materia prima de combustible fósiles. Así que se trata de una de las especies vegetales más antiguas del planeta, si tenemos en cuenta la existencia de registros fósiles que datan del Paleozoico, sus rastros filogenéticos podrían superar los 400 millones de años.

Así que en la semana aniversaria de la biodiversidad, me parece oportuno presentar y compartir estos pequeños datos acompañados de las siguientes capturas fotográficas, donde identifico y señalo ligeramente la especie de helecho.

Este helecho es un híbrido que se originó en América a partir del cruzamiento de las especies diploides P. decumanum y P. pseudoaureum; de esta manera, el juego cromosómico y genomas dieron lugar a la especie Phlebodiumaureum (L.) J. Sm. que, tiene varios nombres vulgares, entre estos: calahuala y helecho azul.

A partir del conocimiento étnico y ancestral sus rizomas (tallo enraizado) y hojas se emplearon para el tratamiento de diversos síntomas y enfermedades comunes; la industria farmacéutica amplió su radio de acción e investigó para extraer principio activo y excipientes que sintetizaron en medicamentos varios: analgésicos, expectorantes, tranquilizantes, anti-inflamatorios, diuréticos y otros.

Especie Asplenium platyneuron (L.) Britton, Sterns & Poggenb. A diferencia del helecho azul, esta especie no enraiza sus rizomas en el forofito, quedan encima de la corteza del tallo hospedante (superficial). Su valor económico radica en el aspecto ornamental.

La corteza del tallo del ejemplar hospedador (forofito) posee las características ambientales ideales para captar la atención de la flora epifita vascular de esta zona tropical.

Su instinto natural le indica que debe hospedarse en un forofito que tenga un sustrato (corteza) con cierta humedad y tenga exposición a la luz solar para garantizar un mejor desarrollo.

A simple vista parece tratarse de un organismo vegetal con algunas características interesantes; sin embargo, estas especies son la principal entrada nutritiva de larvas, insectos y algunos vertebrados menores.

Cuando es observado desde este punto de vista ecológico, vemos que son un componente importante en la formación y sostenimiento de la microflora y microfauna que alberga este particular ecosistema.

¿Cuál ha sido el aporte?

Se comprendió que cuando se habla de forofitos se hace referencia al ejemplar que brinda soporte a una especie epifita; entendiendo que esta última son organismos vegetales que hacen vida en los forofitos, más no toman sus nutrientes; solo se hospedan en su corteza para desarrollarse porque obtienen sus nutrientes del ambiente. Así mismo, es sabido que algunas especies de helechos son de interés para la industria farmacéutica. Brindan un extraordinario servicio como limpiadores ambientales al absorber gran cantidad de CO₂, descomponiendo la perjudicial molécula con la ayuda de la luz solar para quedarse con el carbono y liberar el oxigeno.

Referencias

1. Ecología de las plantas epifitas enlace
2. Epifitas vasculares enlace
3. Los helechos epífitos como posibles indicadores de la modificación del microclima forestal enlace

Recurso 📸

Dispositivo móvil iPhone 6 plus. Fotografías horizontales dimensionadas a 600 x 800 píxeles las verticales en 600 x 800 para mantener la calidad visual. No se aplicó filtros ni efecto de nivel para contraste. Todo el material presentado es propio.

𝕲𝖗𝖆𝖈𝖎𝖆𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖙𝖚 𝖛𝖎𝖘𝖎𝖙𝖆