Macabro espectáculo

avatar


Fuente

 

El desván es un espacio para sentarse a leer mis historias, poemas, reflexiones y otras manifestaciones literarias, donde la realidad y la ficción se entrelazan dándole a la vida esa magia de lo indecible. Un lugar para soñar, reír, llorar, transportarnos a mundos, cercanos y lejanos, embarcados en la nave más rápida que se haya inventado: la imaginación.

Macabro espectáculo

 

 

Un alarido requiebra las simientes de la tranquilidad en el pueblo.

El oscuro pasillo de una de las casas del poblado se llena del olor a sangre y muerte.

El brillo relampagueante de un puñal ilumina cortos trayectos de la espesa negrura y se clava por varias veces en la humanidad de un cuerpo, quien de esa forma acalla su sorpresa y cae al duro suelo perfumado con desinfectantes.

El homicida con una mueca más que una sonrisa, se arrodilla para terminar su faena macabra.

Son las tres y treinta de la madrugada, la mayoría de las personas duermen sin imaginarse que a partir de esa noche su futuro ha sido violado.

Desde una de las calles contiguas un borracho intenta penetrar con sus cansados ojos la noche para buscar la causa del grito aterrador.

Solo ve una figura cruzar calmadamente la esquina próxima.

No la puede identificar pero queda tranquilo, nada anormal parece ocurrir, se voltea y sigue sus pasos hacia su casa.

Al desaparecer la figura del homicida todo vuelve a la normalidad; las horas que hace apenas minutos parecían detenerse continúan su pasada.

El viento frío de la madrugada envuelve las sabanas de los habitantes, mientras el gélido impacto de la muerte choca contra las puertas y paredes de cada casa en forma silenciosa.

Por el frente de la casa una pareja pasa discutiendo.

-¿Te acompaño hasta tu casa?

-No Rick, no me conviene, tú sabes cómo son los vecinos.

-A esta hora estarán durmiendo.

-Ya te dije que no.

-Como quieras, pero ….

Siguen su camino en el mismo canturrear.

La madrugada se va poniendo oscura, la luna se oculta por efectos de negros nubarrones que cubren el cielo.

Pequeñas gotas van cayendo sobre la reseca arena.

A las cuatro, Antonio lleva a la esposa de Rafael a su casa, la deja en el frente y se marcha.

Margot, que es el nombre de esta, abre la puerta de su casa a duras penas debido a los efectos del alcohol ingeridos y penetra en su interior.

Todo está oscuro y para adentro maldice a su esposo por no haber dejado nada encendido.

De pronto tropieza y cae.

Maldice en su interior nuevamente y trata de buscar la causa de su caída.

Lo primero que toca es algo viscoso, luego algo frío; tan frío como la misma muerte.

Su corazón late vertiginosamente.

Sus manos le oprimen el pecho.

Busca en su cartera el encendedor de cigarrillos.

Lo encuentra y enciende.

En el piso, el cuerpo de su esposo, Rafael yace sin cabeza macabramente cubierto de sangre.

Como un resorte se levanta sin poder gritar, con ojos desorbitados; busca el interruptor de la luz y la enciende.

Al lado del cuerpo la cabeza de Rafael la mira por entre las cuencas de los ojos arrancados.

Esta vez si logro gritar.

-Ah, . Ahhhhhhhhhhhhhhhh.

Retumba en las paredes el ensordecedor grito de angustia,

choca en las ventanas y penetra en los sueños del vecindario.
La mujer despavorida corre hacia la calle profiriendo su alarido de locura.

Las luces de las diferentes casas comienzan a encenderse.

La madrugada cobra vida en las personas medio dormidas que se asoman a la calle.

Un hombre en pijama corre en medio de la lluvia y toma entre sus brazos a la mujer que se desmaya con ojos dementes señalando el interior de la casa.

Roger quien hace poco ha regresado escucha el alboroto de la calle.

Algo en su interior lo impulsa a salir de su casa corriendo por entre la lluvia a ver lo ocurrido.

Llega minutos después de que el hombre ha recogido a Margot.

Los curiosos no se atreven a entrar en la casa.

Roger decididamente lo hace.

Penetra en el interior de la casa de Rafael y mira el cuerpo de este.

Una sacudida lo enerva hasta lo más profundo, le remueve temores olvidados, le hace sudar frío y por ultimo le revuelve todo el estómago. Se recuesta en la puerta delantera de la casa y vomita.

La impresión de la muerte lo golpea salvajemente en su subconsciente y la imagen macabra, una y otra vez se retrata en su memoria en lapso de microsegundos.

Las personas que han visto a Roger entrar, se deciden a hacerlo también, mayormente los hombres, las mujeres recelosas miran desde la puerta.

A todos golpea de la misma manera el macabro espectáculo.

Rostros asombrados se miran unos a otros.

Se tejen en sus cerebros suposiciones del sádico suceso.

Un nuevo grito turba la madrugada.

Una mujer que ha contemplado el cadáver de Rafael se desploma desmayada.

Otras hacen lo mismo, los gritos histéricos de varias mujeres acompañan el feroz suceso.

Las mentes confusas de los habitantes se tornan temerosas.

El pánico se apodera de la mayoría.

 
 

Extracto del “Capitulo IV” de mi novela titulada “Panico”

 

Reseñado por @joseph1956 para



@acropolis es un proyecto que desea promover el arte en sus distintas manifestaciones y la cultura en steemit, a través de la publicación y curación de contenido de calidad. ¿Quieres formar parte del proyecto? ¿deseas apoyarnos? ingresa a nuestro canal de discord. Te esperamos.



0
0
0.000
1 comments