Estoy loca

Algunos me dicen loca...y seguro si estoy loca, si estarlo es vivir con un corazón prestado.

Si es ir gritando canciones cada una con su nombre, y dejar a un lado el mundo.

Si es pasar la noche entera solo acariciando su alma y no saber si rayó el sol.

Si es pensarlo, y abrazarlo aunque no esté, y saber a qué saben sus manos, sin tocarme.

Si estar loca es escalar por algún rayo de luna y cuidarlo desde ahí, y darle a beber entre mis manos agua con brillo de luz, para pintar su sonrisa.

Si es pararme en el balcón de mi ventana y escucharlo con su vieja guitarra cantarme aquella canción.

Si es ir corriendo al jardín y cortar alguna flor y con un gesto galante ofrecérsela y verlo extender su mano.

Y es soñarlo, aunque esté durmiendo a mi lado, y mi mano esté en su pecho.

Lo que ocurre, es que los que andan correteando por el mundo sin saber ponerse unos zapatos de amor, nunca reconocerán que el verdadero estado de una loca, es vivir contando estrellas a ver en cual está él; esperando que la encuentre para que me regale un suspiro y ambos quedarnos dormidos, y cerrar una vez más, las puertas a cualquier otro camino, que nos quiera despertar.

Si tener su corazón dibujado en el centro de mis ojos y que solo él me vea, y hasta volverme invisible, para cruzar entre miradas que a veces paran a verme, con sus ojos de ambición.

Entonces sí...sí estoy loca, porque me acomodo en solo un pequeñito mundo, en donde solo existen nada más dos habitantes, uno es él, enamorado, y otro yo, loca por él.

Y si a alguno, después de contarles esto, no entienden que es estar locos, es porque nunca han estado enamorados.