Ella o yo

Hay una lucha que traspasa el tiempo el espacio y hasta los mismos cuerpos.

Una lucha que es muy mía, pero también de ella y el trofeo es plantar bandera en las singulares tierras de un corazón, el premio es habitar todo un entero corazón.

Pero en esta partida, no me tocaron las cartas ganadoras.

Lo sé, siempre lo supe en realidad. Por alguna razón la balanza estuvo desde el inicio inclinada a su favor, por esos malditos artificios del destino ella siempre tuvo tu amor.

Pero aquí estoy, peleando a muerte. Si, aunque muera.

Y habrá quien me pregunte… ¿Qué caso tiene luchar cuando sabes que vas a perder? Y yo le diría lo que dicen los grandes:

-Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer.

Y así estoy…

Porque con ella te tomas un café, mientras intento convencerte de que conmigo te puedes tomar a sorbos la vida entera.

A ella le muestras el infierno de tu alma mientras yo intento convencerte de que estoy forjada con el fuego de ese mismo infierno.

Con ella, compartes la extraña dicha que te produce el roce del frio en la piel, mientras yo intento convencerte de que puedo ser glaciar si tan solo lo pidieras.

Con ella caminas de la mano confiado de que no te abandonará, mientras yo intento convencerte de que aunque me fui, jamás te abandoné.

Ella te apresa por las noches en su pecho mientras yo intento convencerte de que en el mío puedes encontrar unos latidos inquietos que suplican por tus brazos.

Ella solo te acompaña, yo te viviría. Ella solo se deja amar, yo te amaría. Ella solo te consume, yo te alimentaria. Ella solo te habla al oído, yo te escucharía. Ella no te deja dormir, bueno…yo tampoco lo haría.

Pero hay una lucha, entre ella y yo, hay una lucha entre tu eterna soledad y yo, tu eterna compañera en la distancia. Y aunque pierda, aunque no pueda vencer siempre te seguiré tratando de convencer.