Deberías detenerte ya

Vamos, creo que ya se nota en mi cara en qué momento te debes detener.

Ya mis hojas están caídas, mis raíces secas, mis ramas rotas, pero tú, sigues rebanándome la piel con ese sentimiento tan bodrio que agrieta aquel domo que me protege contra ti

Vale, ya es suficiente. ¿Mi traje vuelto sangre aún no te lo dice?

He muerto y revivido muchas veces pero en ninguna salí de tus garras.

He tenido que sacudir la tierra de mis pantalones mientras me levantó del suelo, para que tú me regreses a él, como una causa que nunca tuvo efecto.

Me regresas ahí, a ese oscuro y sucio lugar donde los pies andan. Y lo hacemos una y otra y otra vez y ya siento que algo de esto no lleva el orden que debería., porque de ser así, sufre conmigo.

No me tires, cáete conmigo. Quémate con tus lágrimas sin saber siquiera por qué lo haces.

Humíllate frente a todos. Di que sí (creyendo que es un sí) para que luego te tomen como un mentiroso de mierda porque al final y desde un principio el No estuvo claro.

Hazlo igual. Siente perdida por perder y si ganas no es para ti.

¿Qué más esperas que salga de mi cuerpo, además de la escurrida sangre? Mi alma, si te lo preguntas…

En el momento que mi cuerpo murió, en ese, tu pequeño jardín, fue libre de un polen que era veneno, sólo por querer ser veneno.

Era daga, sólo para ver la carne de otros.

Era óxido, porque al final, todo metal, por muy fuerte que se considere, termina apareciendo una bacteria que termina oxidado todo lo que encuentra

Y tú, cariño, dejaste, amaste y cultivaste esa bacteria como tu más fiel colega.

Pero no digo que te encuentres mal, sólo que tú misma no te encuentras y creo que fui minero lo suficiente para que te dieras cuenta, pero tus minas nunca terminaban porque así tú lo decidías.

Ya no verás salir más nada de mi cuerpo. Si querías ver sangre, pues tienes un gran charco con la sangre de mis lamentos silenciosos, de mis gritos ahogados y mis lágrimas fuego.

¿Carne? El cuerpo que siempre quisiste a tus pies, sigue ahí.

No soy yo, sólo es carne.

No va a cambiar de lugar sin ayuda, no se va a conservar, porque lo importante... Lo que trató de ser lo que nadie había sido, se ha ido para siempre.