A VECES ALGO DEBE MORIR, PARA QUE ALGO NUEVO Y MEJOR NAZCA

Y es que no cabe duda que cuando estamos tristes todo lo vemos gris, y si estamos alegres todo lo vemos de colores. Y cuando estamos buscando respuestas, a veces el universo y la naturaleza en cierto modo conspiran y hasta una plata parece hablarnos y hacernos reflexionar sobre las cosas que están pasando en nuestras vidas.

La planta más grande me la regalaron así, ya sembrada y con una ramita verde y larga con varias hojas, cabe destacar que nunca había tenido y cuidado una matita por mí misma, por eso me entristeció cuando a los pocos días empezó a salirle ciertas manchas blancas en las hojas, y poco a poco se fue secando y no salían más hojitas 😢🍃. Todo eso en menos de dos semanas. La regué con dedicación, le eche algunas cositas que me recomendaban pero nada 🍂🍂.

La otra plantita, la sembré yo, por primera vez, desde cero, con unas semillitas que me obsequiaron, la regué dos veces al día como me indicaron, y cuanta alegría me ha dado verla hoy retoñando, con muchas pequeñas matitas que con suerte crecerán todas grandes y fuertes 🌿😃🌿 .

Y así a veces es la vida. Como esas dos plantitas. Yo me aferraba a la otra planta, no quería soltarla porque era la primera vez que tenía algo así y no quería verla morir, y seguía regándola y regándola sin ningún resultado.

Creo que la matita más pequeña ha venido a mostrarme que a veces está bien soltar lo que no funciona, lo que ya no te da alegría. Porque puede que empezar algo desde cero, por nosotros mismos, nos de algo de temor, pero puede ser también la mejor decisión que podamos tomar. Y cuanta alegría puede darnos el sentir que al cerrar una puerta, se nos abren muchas más, como esa plantita en la que cada semilla que sembré ha brotado, llenándome de orgullo y felicidad porque tengo muchas posibilidades frente a mí para poder disfrutar de las hojitas que me pueda brindar para darle un rico sabor a mis comidas jeje.

No gastemos nuestro tiempo en cosas que ya no valen la pena. Por más que nos duela ver marchitarse ciertas cosas, hay que aprender cuando parar y dejar de intentar. Porque sí, no cabe duda que hay cosas por las que vale la pena luchar hasta lograrlo, por más que nos cueste. Pero a veces no queda de otra que recapacitar y empezar de cero, con nueva tierra y mejores semillas… o con nuevas ideas hasta alcanzar la meta.

En realidad no sé, si la naturaleza nos habla o somos nosotros los que buscamos respuestas en ella… de lo que no debemos tener ninguna duda, ¡es de su inmensa sabiduría!

Gracias una vez mas por leer.