Las personas definitivamente están locas, pues parecen hipnotizadas por un pequeño aparato con una pantalla, desde que se levantan por la mañana hasta el cerrar de sus ojos en la noche no dejan de mirar ese pequeño artefacto, es como si fuese una parte vital del cuerpo, al parecer no pueden vivir sin él.

La cortesía no existe, pregunte algunas direcciones pero fue una labor complicada debido a que observaban mi vieja y agujereada ropa, los pocos que me dirigían la palabra a me hablaban tan rápido que no les entendía, solo para voltear su mirada a ese infernal aparato, así hay muchos en las calles unas personas completamente ignoradas por la sociedad, como si midieran el valor del corazón con el precio de la vestimenta.

La comida las traen en bolsas, latas y en envases de plástico, todo indica que la comida lleva semanas hasta meses en un estante, pero igual la gente lo compra, comida vieja y con químicos que sabiendo que los envenenan se la engullen, solo para ver a los médicos años después, ¿puedes creerlo?, se envenenan y luego le pagan a alguien para que arregle sus cuerpos solo para volver a envenenarse.

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El agua viene desde muy lejos por viejas tuberías oxidadas su sabor es amarga y atrae enfermedades a los que no la pueden procesar como se debe. Los matrimonios entre los jóvenes solo duran meses y se vuelven a casar, no hay amor en esa gente.

Caminan de un lado a otro, afanados por dinero esa es su obsesión y su tormento, sin embargo aunque te parezca muy extraño gran parte de esas personas buscan riquezas no para dejarles a sus hijos o a sus nietos sino para que otros vean sus logros a través de las pantallas de los aparatos, tratan de aparentar lo que no tienen y de ser mejores que lo demás, dicen tener millones de amigos a través de esa ventana de cristal pero cuando llegan a su casa les acompaña un mar se soledad.

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No hay respeto por los ancianos, la mayoría de ellos son ignorados por los demás, incluso hay lugares donde llevan a sus ancianos cuando los hijos no quieren vivir con ellos, algo muy triste debido a que a los jóvenes un día se sentaran en el mismo lugar de desprecio que sus padres.

Es por esa razón que me vine a mi hogar, realmente no podía seguir en ese lugar tan ajetreado e incómodo. Ellos dicen que tienen la mejor vida, llena de tecnología y placeres, pero la verdad las destruye su existencia poco a poco. Es como si estuvieran encerrados en una prisión de cemento y concreto, atados a cadena perpetua a sus artefactos, a los aparatos con pantallas, es como si la salud no importara, definitivamente esta gente no sabe vivir la vida. Cuando quise devolverme me llamaron loco, pero la verdad no me importa, ellos no saben lo que se pierden. Tal vez seremos locos en las montañas pero somos realmente felices.

FIN

Muchas Gracias por tu Lectura, hasta la próxima