-Hola Jotace. Necesito tu ayuda – le dije a mi alter ego digital. El único ser que me comprende.

-¡Epa! Tenías tiempo sin venir a molestar. ¡Mal agradecido! No seguiste contando mi historia. Ahora solo estas enfocado en tus capítulos sobre la criatura de los andes y en tus reseñas de películas. – me reprocho y con toda razón.

-Jota. Quiero participar en una actividad de comunidad hispana. Es un post libre. Puede ser cualquier tema. Solo debe ser algo original. Ayúdame a encontrar inspiración – le dije acercándome a la pantalla de la computadora.

-¡Ah! Fácil “maifren”, continua con los próximos capítulos de esa historia de terror. Te falta poco para terminarla.

-No. Eso no me sirve. Es una historia continuada. Voy por el capítulo 10 y para esa actividad no se van aponer a leer todo eso. Muy poca gente lee de verdad en esta plataforma- le respondí.

-¡Tú si te enrollas! Escribe una reseña de una película. Estoy viendo que tienes lista la del Irlandés. Dale plomo con esa. O escribe la de la película argentina que viste hace unas noches. Ni siquiera has publicado algo sobre el joker. ¡Estas macilento! – me dijo en tono burlón.

-No. Tampoco me sirve eso. No me parece adecuado para esa actividad. Aunque mis reseñas son en realidad mi opinión con mis propias palabras. Sin datos innecesarios. No es el mejor tipo de post para eso.

-Bueno, tomate unas selfies desnudo. Publicas eso y te aseguro que se hace viral. Con lo feo que eres y lo pequeño que lo tienes. ¡Te harás famoso! – me dijo con una sonrisa el bromista Jotace.

-¡Diablos! Deja el juego, es en serio. Además, eso sería contenido porno grotesco. NO creo que valoren eso. Me mutean de la comunidad.

-¡Lo tengo! Ya sé lo que debes publicar – me dijo emocionado Jotace – haces un parapeto de análisis de trading, haces una captura de pantalla y escribes un resumen de como del mercado bitcoin. ¡Puro contenido original! Hasta deberías es publicar eso todos los días y te evitas eso periodos de falta de ideas.

-¿Esas loco? - ya me estaba haciendo enojar - ese tipo de contiendo es una total basura. Todos esos post diarios de multicuentas que hacen solo farmear steem. Eso no es original ni es calidad.

-¡Eres un tonto! – Me reclamo Jotace – para no decirte la palabra con P. Mira que eso es lo que hacen mucho. Déjate de boberías y aplica eso también. Hasta reciben buenos votos. Cuentas buenas le dan votos de 60% y hasta 100%. Mira esta cuenta que todos los días publica un grafico y más nada. Es la cuenta que tú investigaste hace tiempo. La de un supuesto venezolano que vive en Portugal. Aparentemente es dentista pero tú piensas que es falso. ¡Mira como le votan bien sus post de “alta calidad” y mira quienes le votan.

-¡WTF! – Exclame sorprendido mirando en steemd – pero si es la misma cuenta por la cual me retire del trail al que pertenecía y he decidió no unirme a ningún trail.

-¿Si? ¿Y qué paso? Cuéntame – me dijo Jotace sacando una bolsa con palomitas de maíz y un refresco.

-El loco que administraba le trail. Quería votarme con menos porcentaje porque yo no publico todos los días o puedo durar temporadas sin publicar. ¿Has visto eso? Y esa cuenta con todas los papeles de ser fake y que publica todos los días pura basura, si le darían mayor porcentaje de voto. O sea el tipo premia la porquería porque farmea a diario. En cambio, a mi, que intento dar algo de mínima calidad a mis post, me quería negrear.

-Bueno. Tus post no son buenos. Tus relatos no me gustan. –me dijo Jotace, quien había protagonizado varios de mis cuentos. – pero cuéntame más. ¿Le dijiste que ese perfil es sospechoso?

-Por supuesto. Pero a ese loco no le importa eso. Es otro farmeador. Lo tienen en listas negras y sus post son similares. Antes publicaba solo videos de youtube , que no eran de el. NO tiene cabeza para crear contenido original. Ahora publica el precio de una criptomonedas todos los días. Ni como noticia es válido porque es información desfasada. En estos tiempo de la inmediatez y con las redes sociales.

-Ay querido creador. Mi amo y señor. Deje de ser tan estúpido y haga lo mismo. Esto es el lejano oeste. El gran grueso de usuarios vienen es a exprimir. Sacar hasta la última gota del jugo. Cuando todo esté seco. Buscaran otro lugar de donde chupar. Tú viste la película Parásito. Sabes cómo es todo.

-¡No Jotace! Todavía hay personas en esto que queremos hacer las cosas bien.

-¡Chorradas! – me grito Jotace haciéndome gestos que me acercara. Metí mi cabeza en la pantalla y me lanzo una bofetada. – ¡Bolsa!¡ Bobolongo!- me decía – provoca darte otra cachetada, por gafo. Vamos a solucionar esta vaina – me agarro con fuerza y me empujo dentro de su mundo. Veía como los códigos numéricos recorrían mi cuerpo. Mire al frente y estaba Jotace, ahora parecía un gigante. Mi personaje, mi creación y quien me conocía mejor que nadie cogió el control de mi vida.

-Ahora estoy al mando – le exclame a mi creador. Lo ayudaría con sus problemas de falta de ideas. -Me voy a dejar de tonterías, con principios y rectitud no se llega a nada. El mundo es negro y el mal siempre prevalece. ¿Dónde viven? ¿Leen noticias? ¿Cuántos en años en tiranía y no hay solución? ¡No hay salida! Te unes al lado oscuro o no sobrevives.

-¡No! ¡Jotace por favor! ¡No destruyas todo lo que me ha costado construir! – suplicaba mi creador. Parecía un bebe llorando. Yo estaba extasiado de verlo asi. Diminuto. Después de tanto tiempo el haciendo conmigo lo que quería. Ahora era mi turno de hacer lo que viniera en gana con su existencia.

-Tranquilo “maifren” me encargare de publicar cosas originales. Solo que les daré un mayor toque de humor negro. Al estilo británico. Ese que a ti te gusta ¿o no? También diré unas cuantas verdades. Lo que es negro es negro y lo que es blanco es blanco. No creo en zonas grises.

Mi creador miraba con tristeza. Sabía que yo era un personaje difícil y le crearía más enemigos en estas plataformas.

-Adiós mi señor, comenzare mi autonomía en steemit con este escrito. – le dije mientras presionaba el botón “Publicar”.

Todas la simagenes usadas tienen Pixabay License
Gratis para usos comerciales
No es necesario reconocimiento