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Todos los días es una batalla, donde no hay que bajar la guardia, con los ojos bien abiertos estar atentos a cualquier entrampada. Somos soldados en guerra donde solo los ataques nos quieren destruir.

A veces los días son como misiles que nos golpean y nos levantan muy fuerte y nos sacuden contra el piso haciendo que perdamos la razón por un instante, a veces podemos sentir que es nuestro último suspiro.

Otras veces nos descuidamos y dejamos que comentarios nos hieran y no veamos de dónde vienen los ataques que muchas veces son los más letales, aunque los esquivamos hacen que quedemos heridos y caigamos.

Aún así, estamos luchando, batallando, con la meta de no rendirnos, ayudando a nuestro pelotón, y saliendo de las trampas más astutas de el día a día, sin una derrota jamás se sabrá lo satisfactorio que es vencer y cuando vencemos recordamos que esa es la meta de un soldado en guerra.

«Soldado en guerra»