El Sapo y la Bruja (Esp/Eng)

En los tiempos en que yo vivía con mi abuelita, tuve la oportunidad de ser testigo de muchos hechos curiosos se podría decir de tipo paranormal, por lo misterioso de las experiencias.

En aquella época yo tendría como 7 años y mi madre venia a verme desde la ciudad que era donde estaba ella y mi padre trabajando, cada mes de ser posible ella venia, siempre se quedaba una semana, en vacaciones más tiempo.

Por aquellos días, la vida era muy sencilla en el pueblo de mis dos madres (abuela y mamá) las personas abrían desde muy temprano las puertas de sus casas y permanecían abiertas incluso hasta altas horas de la noche, si había reuniones familiares o fiesta en el pueblo.

Pero de no ser así se acostumbraba a retirarse a dormir mas tardar las 9 de la noche. En ese entonces las personas en sus casas para dormir no usaban camas si no lo que aquí en Venezuela llamamos hamacas o chinchorros. Era habitual que los guindaran o colocaran en las salas de las casas pues era el espacio mas amplio y fresco.

En esa visita que mi madre hizo, para el momento ella tendría unos 28 0 29 años, estaba joven y debo decir muy bonita, uno de sus más preciados tributos físicos eran sus piernas firmes y bien torneadas.

Había una vecina que a diferencia de la gran mayoría, no era muy querida pues tenia fama de practicar supuestamente magia negra, artes oscuras, incluso decían que había que cuidar a los niños recién nacidos de ella porque podía “chuparlos” o mínimo darles “mal de ojo” enfermándolos incluso.

Esta vecina no era muy visitada y ella por lo tanto tampoco visitaba a casi nadie y al contrario de las demás casas vecinas sus puertas siempre estaban cerradas.

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Una tarde mi madre estaba sentada en el frente de la casa bajo un árbol de mangos, llevando el fresco de la tarde, tenia puesto unos pantaloncillos cortos, se podían ver sus lindas piernas.

En eso pasó la vecina y se detuvo a saludar a mi madre, mi mamá por no ser mal educada le contestó el saludo a la señora, esta aprovechando que ella fue cordial con ella se acerco y le dijo –“¡Pero que bonitas piernas tienes muchacha!"- Y acto seguido se las acaricio.

Acción que a mi madre le sorprendió y mi abuela que en ese momento iba saliendo observo las actitudes y no le gustó, la mujer al ver que mi abuela apareció de una vez se despidió y se fue. Al marcharse ella, mi abuela dijo -“¡No me gusta esa mujer cerca de mi casa, no te dejes tocar por ella!”-.

Al transcurrir los días a mi madre le empezaron a salir unos hematomas en varios lugares de sus piernas, sobre todo los muslos, mi abuela al ver esos hematomas, empezó a sospechar de la mujer.

Una noche, nos fuimos todos a dormir como siempre, todos en la sala en nuestras respectivas hamacas, cuando de repente sentimos los gritos de mi madre y cuando nos levantamos vimos que debajo de su hamaca, estaba un sapo enorme que le saltaba a la altura de sus piernas.

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Mi abuela al ver a ese animal de una vez dijo –“¡Esa es la bruja de Luisa!, agarren las escobas, lo que consigan y ayúdenmela a sacarla, ¡pero si es posible déjenla en el sitio, traten de pegarle duro!”-.

Todos no echamos a reír, sobre todo me causo mucha risa a mi lo que decía mi abuela, mas sin embargo todos nos armamos con lo que conseguimos y mi abuela abrió la puerta de entrada para sacar al animal, lo acorralamos entre gritos y miedo.

Tratamos de sacarlo, hasta que mi abuela le dio durísimo al animal con la escoba y salió disparado hacia la calle brincando, en esas mi abuela decía –“Eso es para que no vengas a chupar a mi hija ¡Bruja!”- todos nos echamos a reír por lo insólito de los comentarios de la abuela y nos acostamos a dormir.

A la mañana siguiente, el hijo de la vecina vino a casa en horas del mediodía comentándole a mi abuela que su mamá, la habían tenido que llevar al hospital por que la habían conseguido desmayada en su cuarto y con muchos hematomas, cuestión que ella no hayo como justificar, simplemente les dijo que se había caído de la cama…

Al irse este chico la abuela dijo –“¡Y la próxima le va peor a la bruja esa! ¡Se dan cuenta que esa era ella!”- Todos nos vimos las caras con asombro y lo mas curioso fue que mi madre dejó de amanecer con hematomas…

English

During the times when I lived with my grandmother, I had the opportunity to witness many curious events, one could say paranormal, because of the mysteriousness of the experiences.

At that time I was about 7 years old and my mother came to see me from the city where she and my father were working, every month if possible she came, she always stayed a week, on vacations longer.

In those days, life was very simple in the town of my two mothers (grandmother and mother) people opened the doors of their houses very early in the morning and stayed open until late at night, if there were family reunions or parties in town.

But if not, it was customary to go to bed at 9 o'clock at the latest. At that time people in their homes did not use beds to sleep in, but what we call hammocks or chinchorros here in Venezuela. It was common to hang or place them in the living rooms of the houses because it was the largest and coolest space.

On that visit my mother made, by that time she would have been about 28 or 29 years old, she was young and I must say very pretty, one of her most precious physical tributes were her firm and well turned legs.

There was a neighbor who, unlike the vast majority, was not very well liked because she was famous for supposedly practicing black magic, dark arts, they even said that you had to take care of her newborn children because she could "suck them" or at least give them the "evil eye" and even make them sick.

This neighbor was not very visited and she therefore did not visit almost anyone and unlike the other neighboring houses her doors were always closed. One afternoon my mother was sitting in front of the house under a mango tree, taking in the cool of the afternoon, wearing shorts, her beautiful legs were visible.

At that moment the neighbor woman passed by and stopped to greet my mother, my mother, not to be rude, greeted the lady back, she took advantage of the fact that she was cordial with her and approached her and told her - "But what beautiful legs you have, girl!

This action surprised my mother and my grandmother, who at that moment was going out, observed the attitudes and did not like it, the woman, seeing that my grandmother appeared at once, said goodbye and left. When she left, my grandmother said - "I don't like that woman near my house, don't let her touch you!

As the days went by, my mother began to get bruises in several places on her legs, especially her thighs, and my grandmother began to suspect the woman.

One night, we all went to sleep as usual, all in the living room in our respective hammocks, when suddenly we heard my mother screaming and when we got up we saw that under her hammock, there was a huge toad jumping at the height of her legs.

When my grandmother saw the animal, she said, "That's Luisa's witch, grab the brooms, whatever you can get and help me get her out, but if possible leave her on the spot, try to hit her hard!

We all burst out laughing, especially me, what my grandmother said, but nevertheless we all armed ourselves with what we could get and my grandmother opened the front door to get the animal out, we cornered it between screams and fear.

We tried to get it out, until my grandmother hit the animal really hard with the broom and it jumped out into the street, while my grandmother was saying - "That's so you don't come to suck my daughter, you witch!

The next morning, the neighbor's son came home at noon telling my grandmother that her mother had to be taken to the hospital because she had been found passed out in her room and with many bruises, which she did not know how to justify, she simply told them that she had fallen out of bed....

When this boy left, the grandmother said - "And the next time it will be worse for that witch! Do you realize that it was her!"- We all looked at each other with astonishment and the most curious thing was that my mother stopped waking up with bruises...

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