Hoy fue un día acontecido. Desde muy temprano la puesta del sol entre nubes empedradas adornaron el cielo en esta mañana.

Se aproxima el invierno, los pobladores se preparan para una nueva cosecha. Algunos prefieren sembrar en este tiempo otros sin embargo, prefieren esperar a que los chubascos sean continuos.

Las cabeceras de los manantiales mantienen poco desplazamiento de agua, es posible que no sea suficiente para el riego de plantas. He allí una razón por la que algunos prefieren esperar.

Escuché entre las personas que cultivan que las guacharaca están atentas a las siembra. "Parece que saben cuándo vamos a sembrar", comentó el señor Jaime con su humilde sonrisa.

Realmente no les molestan las aves, ya están acostumbrados a ellas. Las aves para cada poblador son referentes de las épocas, cada una juega un papel fundamental cuando las cosechas comienzan.

Volvemos al tema de los manantiales, ya los pozos se están llenando. La cantidad agua anuncia cuándo será el momento. Mayo se perfila como el indicado para la siembra de maíz, auyama, ocumo, ñame y algunas otras verduras propias para la época de invierno. Toda la conversa sale de viva voz de los expertos de la montaña, los que aman los cultivos, los que obedecen la tierra, los que saben valorar lo que ella les ofrece.

Con lenguaje coloquial los hombres de los cultivos debaten ideas de expertos ¿Cómo sembrar caraotas si no es momento para ellas? Refuta la voz del compadre ¿Será que utilizará el riego?

Mi ignorancia no lograba interpretar lo que aquellos hombres hablaban.

¡Usted mi compadre es bien pesimista!

Con riego o sin riego seguía sin entender. El juego de palabras estuvo trancado, ambos compadres tenían sus razones, de haber estado un tercero que no fuese yo, hubiese sumado para llegar a una posible solución.

Yo simplemente escuchaba, mejor no intervenir, no era yo la más indicada. Solo asentaba con mi cabeza como queriendo decir: "Me parece bien, usted tiene la razón" ¿Pero quién en realidad la tenía? Evidentemente no era yo.

El día estaba acontecido, entre nubes negras anunciando lluvia se asomaba el sol con actitud insegura. Los pobladores dependían del tiempo para iniciar sus labores. Cada momento frío o caluroso, seco o húmedo es una nueva oportunidad para un agricultor. Se aproxima el invierno, los pobladores se preparar para labrar de nuevo la tierra...