RELATOS DE MI PUEBLO: ¡Usted lo ha dicho. No hay!

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Esto que les presento es un tesoro, en mi intento de rescatar historias en una sección que quiero titular “Relatos de mi pueblo” No con la intención de que todas los relatos plasmados acá sean de mi autoría o sacados de mi pueblo específicamente, o mi imaginación, sino con la idea de que sin importar de que parte de mi país venga esta historia fresca y aún no conocida, todas son de mi pueblo porque todas son de mi país.

Allá en un pueblito llamado Punta de Mata de Monagas, allí yo nací y mi mamá también, allí crecí y mi familia también. Se establecieron, el pueblo creció y el mercado se llenó de comerciantes de todo tipo que iban desde “mondongo” hasta hamacas de “moriche” y no faltaba el que fuera un poco truquero o el que de enamorado regalaban la mercancía a mujeres aprovechadas, como es el caso de Cheito, pero eso ya es otro cuento.
Hoy estamos hablando de uno en especial y mentiría si dijera que recuerdo su nombre. Uno de los tantos que tenía su tienda en frente del mercado municipal y era bien conocido porque vendía casi de todas esas cosas que no se encontraban en otro lado.
Era común decirle: Estoy buscando unas alpargatas tejidas de moriche y que el respondiera:
“Claro que tengo, aquí yo vendo hasta agujas de coser paila”
Y con este y muchos comentarios se hizo popular, pero no todos conocían el humor de este peculiar señor porque cuando le preguntabas de una manera incorrecta, quizá el prefería no venderte, para que me entiendas te lo explico con gusto.
De repente podía llegar cualquier persona a preguntar por pinzas de madera para tender ropa pero cometía el error de preguntar de esta manera:

-¿No tiene ganchos de madera?

Y muchos cometían este error y a muchos el señor les respondía:

-¡Usted lo ha dicho, no tengo!

No importaba si los ganchos de ropa estaban a la vista.

-No, pero es que usted mismo lo ha dicho, no tengo.

Y prefería no vender ¿Cuáles eran sus motivos? No se sabe…
…quizá solo le molestaba el mal uso del castellano o ¿Para qué preguntar por algo que estás viendo y sabes que sí hay?

Aún hoy después de años, cuando esa vieja tienda ya no abre las personas mayores de 40 años recuerdan con claridad y con cierta gracias esa celebre frase "Usted lo ha dicho, no tengo"

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