Love in Confinement — Chapter 1 / Amor en Confinamiento — Capitulo 1 [ENG - ESP]

El dulce amor, el cruel amor, el iluso amor, el esperado amor que pasa cuando perdemos esa visión romántica de la persona que está a nuestro lado, cuando esa magia que hace ver cosas bonitas en simples mortales desaparece. 2 personas que llevan 5 años sin hijos a los que mantener, diferentes y con muchas cosas en común pero cansados de la compañía monótona que les da el matrimonio.

Una de ellas es Marina quien ha llegado un poco más temprano a casa le apetecía dormir, llega y cuelga el abrigo que Alessandro su esposo le regaló un par de años atrás en unas vacaciones en Italia, y se tumba en el mueble y piensa en si acaso estará sola.

— ¿Alessandro estas aquí?

Pregunta sin recibir respuesta y se alegra de que así sea. Enciende la T.V y cambia de canal con el mando, sin prisas y sin saber que busca, no quiere nada que la agobie y se detiene en la primera secuela de Sex and the City.

— Genial una película en la cual una de sus protagonistas es una mujer inteligente e independiente pero con una vida amorosa hecha un lio.

Dice en voz alta mientras sonríe y recuerda que justo es lo que piensa de su vida. Ella una Chica de 30 años recién cumplidos, Marina Herrera es su nombre, hija de un afamado arquitecto retirado Alberto Herrera. Dueña de una personalidad irónica, interesante e inteligente, ataviada de una elegancia, una belleza y una seguridad envidiables, arquitecta por imposición más que por convicción, titulada con honores en su promoción, y perteneciente a una firma de arquitectos prestigiosa de Madrid, la AS Buildings y sobre todo el orgullo de una familia pija compuesta por 2 hermanos menores a ella, que son el dolor de cabeza de sus padres y sobretodo de su mama Olga Bustamante, una elegante secretaria retirada de orígenes humildes. En fin la vida perfecta, lo tenía todo, menos un matrimonio feliz. Cansada de esos pensamientos dando vueltas en su cabeza, se deja vencer por el sueño, piensa en Alessandro por última vez y se deja llevar por Morfeo.

Unos cuantos momentos después llega Alessandro, estaciona su carro último modelo en el aparcamiento y piensa en lo difícil que es volver a la realidad, mientras suena Perfect de Ed Sheeran apaga el reproductor.

— ¡Huelo a sexo!

Piensa mientras se escabulle en las instalaciones de su casa. Alessandro se ha refugiado en los brazos de las modelos que forman parte de sus campañas de marketing, cansado de su vida aburrida e inexistente actividad sexual en casa. Al llegar percibe un intenso olor a durazno.

— Otra vez esta mujer con sus inciensos —. Piensa Alessandro mientras voltea sus ojos y frunce el ceño. Nota el televisor encendido y ve a su mujer tirada en una posición cómica en el mueble, entra con cuidado y comienza a gritar como loco:

— ¡FUEGO! ¡FUEGO! ¡FUEGO!

Marina sale disparada del mueble y comienza a gritar como una loca con su cabello enredado, mientras da vueltas atreves de la sala de estar, parece estar fuera de sí. — ¿Donde? ¿Dónde? Y entonces se da cuenta, Alessandro está revolcándose de la risa en el sofá, entonces lo golpea.

— Eres un pesado y un idiota, ¡Te odio! De veras que sí.

Y sale corriendo a toda prisa a la habitación. Alessandro espera a controlar su risa, y entra a la habitación y consigue a Marina acostada con el ceño fruncido, y piensa esta vez se ha pasado.

— Vale, Lo siento, No es para tanto—. y se empieza a reír otra vez.

Marina no contesta, por el contrario finge que no la ha escuchado y El comprende que es mejor dejarla en paz, y se dispone a salir a la cocina a prepararse un té, en otros tiempos esa pelea hubiera terminado con una sesión de amor que duraría hasta altas horas de la madrugada, entonces comienza a pensar en cuanto han cambiado las cosas desde que se conocieron.

El un Hombre de 32 años, Alessandro de Vita es su nombre, un español con ascendencia italiana, publicista nato, Guapisimo, amable, paciente, con un sentido del humor muy negro y un romántico empedernido y principalmente un creativo capaz de realizar las campañas de marketing más famosas del país, hijo de un matrimonio de clase media, su papa Giacomo de Vita panadero de antaño y su mama Virginia una costurera aficionada, junto a su hermano Gianluca un chico de 22 años al que Alessandro asegura le gustan los chicos, pero que no aceptaba su sexualidad, aparte de una gata Bellatrix que se llama así por el fanatismo de su hermano a Harry Potter, esa era su familia pequeña pero unida y sobre todo llena de amor.

El reloj no ha parado marca la media noche, Alessandro se apresura a bañarse en la habitación de huéspedes, no quiere molestar a Marina quien parece como muerta. Tiene prisa esa noche debe acostarse a monitorear las redes sociales como cada noche. Listo para lanzarse a la cama lo hace con cuidado, no quiere molestar a su susceptible Marina, se sumerge en campañas publicitarias, likes, innovaciones tecnológicas y en una que otra noticia, entonces lee algo acerca de un extraño virus que afecta a los habitantes de Wuhan, China. Al parecer su origen está en las serpientes o en los murciélagos, entonces se halla sumergido en sus propios prejuicios, se da cuenta y cambia de noticia, no le presta demasiada atención, no se imagina que dentro de pocas semanas el virus se habrá extendido por todo el mundo y obligara a la mayoría de la población mundial quedarse confinados en sus hogares y con desastrosas consecuencias para la economía, el turismo, el deporte, la salud, y sus libertades.

Cansado, apaga su celular y lo pone en la mesa de noche, suspira y le da la espalda a su mujer. Piensa en lo helada que estará la noche y el poco calor que le brindara su propia cama.

Unas horas más tarde...

Suena la alarma, son las 6:00 A.M. Marina da un salto en la cama agarra la alarma y piensa en apagarla pero entonces se le ocurre algo, la coloca justo detrás de las orejas de Alessandro, este ni siquiera parece notar el ruido de la alarma y ella desesperada, al ver que su venganza no hace efecto apaga la alarma y entra furiosa al baño.

Esa mañana piensa en ejercitarse, baja al Gym de su calle y ni siquiera se da cuenta del pájaro que canta los buenos días en la ventana de la sala de estar, se da tiempo de saborear un café, coge su móvil y coloca unas cuantas canciones mientras sale a caminar el sudor se hace evidente, entonces se pierde en sus pensamientos.

— ¡Qué difícil es crecer! Piensa mientras suena I Want to be Free de Queen en el reproductor.

Se deja llevar por sus pensamientos, momentos vienen y van de su mente la universidad, sus novios, sus ilusiones, sus profesores y sus amigos. Había conocido a Alessandro en un encuentro social en la facultad de economía de la universidad, 7 años atrás, Alessandro era un tipo rebelde perteneciente a la federación estudiantil de su facultad, tenían una amiga en común Patricia Domínguez. Fue amor a primera vista ella, una niña pija con el mundo a sus pies se deslumbro por la rebeldía y la libertad de Alessandro. Comenzaron hablando hasta altas horas de la noche, siguieron encuentros en cafeterías, bibliotecas y cines.

Alessandro era un tipo deslumbrante, inteligente y capaz de hacerla reír en cualquier momento, por su parte ella era tímida, inteligente y no se dejaba impresionar tan fácilmente, terminaron saliendo, Marina pensó que no durarían mucho, sus papas nunca aceptarían a un tio así. Mientras tanto viajaban juntos y con él la vida parecía ser distinta, hizo cosas que jamás se imaginó hacer, salto en paracaídas, canto en un karaokes, se emborracho en una de esas fiestas universitarias, se pintó el cabello, le comenzó a gustar al rock y sobre todo fue una época de rebeldía que ahora parece distante.

Con el tiempo la relación florecía, al punto de comprometerse, después de terminar ambos sus estudios se casó con el hombre de sus sueños, sus papas no estaban de acuerdo con su relación pero es imposible no querer a Alessandro, se los gano a pesar de no pertenecer a una familia de abolengo. Pero con el tiempo los 2 comenzaron a adquirir responsabilidades, llegaron los primeros empleos, entonces la relación se volvió fría, ya no salían, ya no tenían sexo y por algún motivo ya no soportaba a su esposo a pesar de que sabía lo quería. Marina comenzó a tener encuentros esporádicos con otros hombres, habían llegado a un acuerdo tácito de buscar afuera lo que no tenían en casa y sin siquiera hablarlo los dos se fueron alejando.

A pesar de todo no quería el divorcio, no soportaría que se derrumbara la imagen de matrimonio perfecto que mantenían, nunca le interesó mucho lo que los demás pensaban pero con el tiempo se había vuelto prejuiciosa y más conservadora.

Vuelve a su casa, que compraron entre ella y su esposo ante la negativa de Alessandro de aceptar una casa propiedad de sus padres en el lujoso barrio de las gardenias.

Por su parte Alessandro ni siquiera se había levantado, cuando Marina regreso, tomo un baño y se vistió con el mejor outfit que encontró, tenía una reunión acerca de un nuevo proyecto en Milán, Italia si todo salía bien se mudaría a esa ciudad dentro un mes y viviría una temporada de soltería que no le caería nada mal. Mientras piensa en eso su móvil comienza a sonar.

— Hola buen día —. Gruñe mientras trata de abrocharse el blazer. Es su asistente Nathan el que la ha llamado.

— Buen día, Arquitecta. Ya todo está preparado para la reunión de hoy. ¿quieres pedir un snack para los inversionistas también?

— Así es Nathan, asegúrate de pedir un menú adaptado a las necesidades de nuestros invitados, ni se te ocurra contratar al último servicio de Catering.

— Si ya lo has repetido muchas veces, pero esa no es la razón por la cual te estoy llamando, es que aquí te está buscando un pasante del año pasado, Sergio.

— ¡Mierda! —. piensa Marina, mientras sale de la habitación para que Alessandro no logre escuchar ¿qué te ha dicho, que desea?

— Pues dice que quiere hablar contigo.

— ¡Oh no! no tengo mucho tiempo hoy, trata de deshacerte de él, ¡por favor!

— No te prometo nada, se ve decidido a esperarte.

— Dile que hoy llegare tarde, pronto averiguare que quiere…

Cuelga de inmediato sin siquiera dar oportunidad a que Nathan se despida, se termina de arreglar y baja al aparcamiento.

— ¡Mierda! espero que este desliz no me traiga consecuencias, que pesado ese Sergio.

¡Pero para Marina los problemas apenas comienzan!.