La revolución de la informática, ha generado beneficios para la humanidad, esto es innegable; pero también es cierto que el volumen de información se ha tornado inmanejable, en la llamada autopista de la información, esta fluye sin control. Mucha es de gran utilidad para las diferentes disciplinas y ramas del saber, pero otras son dañinas y están afectando de manera negativa el desarrollo de la sociedad humana. La computadora pretende desplazar la función de pensar, que ha distinguido al hombre. La máquina se presenta como la futura generadora de conocimientos. Ante este sombrío panorama, una corriente filosófica debe plantarse y explicar al hombre las consecuencias catastróficas que esto generaría. Una de las corrientes filosóficas que debe asumir este reto es el humanismo, tanto el religioso como el secular, pero no para oponerse al desarrollo de la ciencia y la tecnología, sino para ubicar en su justo lugar el papel del hombre como ser pensante, reivindicarlo para que no se vea como un receptáculo de datos e información, sin haber sido filtrada por la filosofía, “Los Humanistas no nos oponemos a cualquier desarrollo tecnológico, aplaudimos toda innovación útil y no creemos que las máquinas puedan dominar a las personas, o que la tecnología avance inexorablemente por sí misma” (Bunge; 2002).

Si el desarrollo de la tecnología avanza y no toma en cuenta a la humanidad para que acceda y se posesione de ésta, aquellos que no tengan acceso, no avanzarán, mientras que los que acceden, corren el riesgo de aislarse, de alienarse. Como específicamente en el caso de la informática, donde una persona dedica gran cantidad de horas a la computadora y termina aislándose de sus congéneres. Esta es una realidad que estamos experimentado cada día y con más preocupación los que tenemos roles de padres, basta con preguntar en nuestro entorno a quienes tienen hijos o familiares niños, jóvenes o adolescentes, para constatar la magnitud del problema.

Pero si el avance tecnológico, no es más que la muestra de la capacidad del hombre, de su creatividad e inventiva, es decir un hecho humano, entonces deben conjugarse humanismo y desarrollo tecnológico, para que de cómo resultado el progreso social

El humanismo puede solo aportar parte de la solución, para rescatar la filosofía e integrarla a los nuevos campos de la ciencia y la tecnología. Para que organice y filtre el conocimiento y las nuevas ideas, es necesario conocer como las diferentes corrientes filosóficas llevaron a la filosofía a su estado actual.