This post is written in double language, so you will find the text completely in English followed by Spanish.

Este post esta escrito en doble lenguaje, por lo que encontraran el texto completamente en Ingles seguido del Español.

---

English

This is the first part of 3 publications that I plan to do to tell you about my experience as a protectionist in relation to the process of restoring the immune health of a cat rescued from the street.

I am not a veterinarian, I am a naturist and a Reiki master, so what I write here is a product of my personal experience as a protectionist and a cat lover. The objective with which I write this post is to tell cat lovers and protectionists not to give up when their cats have complex health problems. Investigate, approach the issue creatively and with love, understanding that your cat or cattery is an organic part of you. And that what is happening to the cat is not except happening to her to some extent.

To the protectionists and friends of cats.

One of the most difficult things about being protective and having animals in your care is when they are immunosuppressed or have problems with their immune system functioning. I know this because I have several cats in my pack, and dogs that suffer from problems.

I have my cat Liza. She has been living in our house for 6 years, she comes from a herd of stray cats with quite a few skin diseases, and apparently immunosuppressed. What I do know is that they live very little due to the conditions they are exposed to on the street, they are harsh conditions.

Liza suffers from terrible dermatitis, scratches a lot, is anxious, and also has feline acne. It also gives her in cycles something similar to a ringworm. But none of the other cats seem to catch it. That led me to think that it was just her problem.

Liza's skin conditions were only getting better with corticosteroid therapy. And the effects of steroids on the body are well known. Representing a high cost in quality of life time for the animal.

Liza's arrival.

Liza came home in the company of another cat we call Theo; all my cats have arrived in the herd in pairs. Liza came home with Theo, a cat that was run over with a broken tail, but the blood supply to her tail was not affected, so with loving care, one year later Theo was fine with his broken but functional tail.

Theo and Liza became inseparable, like a yin and a yang.

Teo's departure.

The subject of Liza's skin, has been for years. I have taken her to several veterinarians who are not only veterinarians but also researchers, but the answer has always been the same, steroids, anti-fungal creams, anti-allergens, dermal fillers and the whole repertoire.

After withdrawing her treatments, Liza's skin conditions such as eczema, redness, reappeared and even got worse. And she was always very defensive with the herd, between sad and upset.

Seeing that my cat's skin was getting worse and worse, and she was having multiple problems, I kept taking her to the vet, until I was overcome with enormous frustration.

At this breaking point, where it wasn't a matter of resources or lack of will, I gave up. I didn't want to subject Liza to so many medicines, nor did I want to cause her any stress. I didn't know what to do.

What I think about the health problems of cats

I think stray cats come in sick because of a stress issue. One of the many veterinarians taught me that. And it is well known that stress is an immunosuppressant, but if we add to the stress, poor feeding, inadequate living space, overcrowding and others, for generations of cats, I think this may well be a group of variables that could produce at least, adverse health conditions in the cats.

The encounter with the new.

And so, I started looking for possible alternative solutions to the problem of my cat's fur. Which cost me quite a bit of money, by the way, considering the number of times in a year I had to take her to the vet and the cost of the medicines, since here in my country, Venezuela, animal medicine is very expensive.

The first thing I did, before researching, was to reconstruct Liza's life history, as I was taught in the naturist school. I realized that the biggest episodes of feline acne, allergic dermatitis, alopecia (which is associated with stress) and withdrawal, followed territorial problems in the herd.

This led me to believe that their problem had an emotional component. On the way, looking for the solution, I met Dr. Hector Cappechi, veterinarian, acupuncturist, Bach flower therapist, Master of Synergetics, whose theory on the relationship between our pets' disease and our emotionality.

What I did not know was that our beloved Theo would die, leaving Liza in a sad situation, because she was her counterpart and balance within the pack.

Liza began to manifest more and more simultaneous pathologies in her skin. Liza's personality, has always been a little withdrawn and moody with the rest of the pack, but very loving with us. Liza has an insatiable hunger, she really is a cat that eats a lot. That was another element I had to consider in her
healing process.

So I set out to use Bach flowers as my first alternative therapy. But I will tell you about this experience in the next post.

---

---

Español

La gata Liza, una historia de naturismo, flores de bach, Reiky amor y nutrición.

Esta es la primera parte de 3 publicaciones que tengo pensado hacer para hablarles de mi experiencia como proteccionista en relación al proceso para restaurar la salud inmunitaria de un gato rescatado de la calle.

Yo no soy veterinario, soy naturista y maestra de reiki, así que lo que escribo acá es producto de mi experiencia personal como proteccionista y amante de los gatos. El objetivo con el que yo escribo este post es decirle a los amantes de los gatos y proteccionistas que no desistan cuando sus gatos tengan problemas de salud complejos. Investiguen, aborden el asunto de forma creativa y con amor, entendiendo que su gato o manada es parte orgánica de usted. Y que lo que le pasa al gato no está excepto de estarle ocurriendo en cierta medida.

A los proteccionistas y amigos de los gatos.

Una de las cosas más difíciles de ser proteccionistas y tener animales a tu cuidado es cuando son inmunosuprimidos o tienen problemas con el funcionamiento del sistema inmunológico. Esto lo sé porque tengo varios gatos en mi manada, y perros que sufren de problemas.

Tengo a mi gata Liza. Ella tiene 6 años viviendo en nuestra casa, viene de una manada de gatos callejeros con bastantes enfermedades en la piel, y al parecer inmunosuprimidos. Lo que si sé bien es que viven poco por las condiciones a las que están expuestos en la calle, son condiciones duras.

Liza sufre de unas terribles dermatitis, se rasca mucho, es ansiosa, y presenta también acné felino. También le da en ciclos algo parecido a una tiña. Pero que ninguno de los otros gatos parece contagiarse. Eso me llevó a pensar que era un problema solo de ella.

Estos padecimientos de la piel de Liza solo mejoraban con terapias con corticosteroides. Y son bien sabidos los efectos de los esteroides en el cuerpo . Representando un alto costo en tiempo de calidad de vida para el animal.

La llegada de Liza.

Liza llegó a casa en compañía de otra gata a la que llamamos Theo; todos mis gatos han llegado a la manada en pares. Liza llegó a casa con Theo una gata a la que atropellaron partiéndole la cola, pero no se vio afectada la irrigación sanguínea de su cola, así que con cuidados amorosos, al año Theo estaba bien con su colita partida pero funcional.

Theo y Liza se volvieron inseparables, como un ying y un yang.

La partida de Teo.

El tema de la piel de Liza, ha sido durante años. La he llevado a varios veterinarios que no solo son veterinarios sino también investigadores, pero la respuesta siempre ha sido la misma, esteroides, cremas antimicóticas, antialérgicos, correctores dérmicos y todo el repertorio.

Luego de retirarle los tratamientos, los padecimientos de la piel de Liza tales como eczemas, enrojecimientos, volvían a aparecer e incluso empeoraban. Y estaba siempre muy a la defensiva con la manada, entre triste y molesta.

Viendo que mi gata empezó a ponerse cada vez peor de la piel, y en ella le aparecían múltiples problemas, seguí y seguí llevándola al veterinario, hasta que me cargué de una enorme frustración.

En este punto de quiebre, donde no era un asunto de recursos o de falta de voluntad me rendí, no quería someter a Liza a tantas medicinas, ni tampoco causarle stress. No sabía qué hacer.

Lo que pienso sobre los problemas de salud de los gatos.

Pienso que los gatos callejeros vienen enfermos por un tema de stress. Uno de los tantos veterinarios me enseñó eso. Y es bien sabido que el stress es un inmunosupresor, pero si sumamos al stress, una mala alimentación, lugares inadecuados para habitar, hacinamiento y otros, durante generaciones de gatos, pienso que esto puede bien puede ser un grupo de variables que podrían producir al menos, condiciones adversas de salud en los gatos.

El encuentro con lo nuevo.

Y así, fue como comencé la búsqueda de posibles soluciones alternativas al problema de la piel de mi gato. Que me costaba bastante dinero, por cierto, teniendo en cuenta la cantidad de veces en un año que tenía que llevarla al veterinario y el costo de las medicinas, ya que aquí en mi país, Venezuela, es muy cara la medicina para animales.

Lo primero que hice, antes de investigar, fue reconstruir la historia de vida de Liza, como me enseñaron en la escuela de naturismo. Yo me di cuenta que los episodios más grandes de acné felino, dermatitis alérgica, alopecia (que se asocia con stress) y retraimiento, se sucedieron a problemas territoriales en la manada.

Esto me llevó a pensar que su problema tenía un componente emocional. En el camino, buscando la solución, me encontré con el Doctor Hector Cappechi, veterinario, acupuntor, terapeuta de flores de Bach, Maestro de Sintergética, cuya teoría sobre la relación entre la enfermedad de nuestras mascotas y nuestra emocionalidad

Lo que yo no tenía como saber, era que nuestra amada Theo pasaría moriría, dejando a Liza en una triste situación, porque ella constituía su contraparte y equilibrio dentro de la manada.

Liza empezó a manifestar cada vez más patologías simultáneas en su piel. La personalidad de Liza, siempre ha sido un poco retraída y malhumorada con el resto de la manada, pero muy amorosa con nosotras. Liza tiene un hambre insaciable, de verdad es una gata que come muchísimo. Eso fue otro elemento que tuve que considerar en su
proceso de sanación.

Entonces me dispuse a utilizar las flores de Bach como mi primera terapia alternativa. Pero esta experiencia se las contaré en el siguiente post.