El Homosapiens digital.

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El Homosapiens digital

Por: Florencia Marcano Salazar

Aviso:
La imagen incluida en la presente publicación, es mi edición utilizando la aplicación CANVA.

En el mundo globalizado en el que vivimos es difícil saber qué pertenece a quién y dónde termina algo. Los recuerdos y los sueños se confunden con películas, juegos de vídeo y la imaginación; volviéndose cada vez más arduo determinar, delimitar y contener los acontecimientos.

La Teoría del Caos Moderna podría expresarse como: "Lo que sucede en un extremo del mundo, en cuestión de segundos se sabrá en el otro"

El bombardeo constante, continuo y en ocasiones repetitivo de información pasa de ser interesante a aturdidor y sofocante.

La tecnología, el Internet y los avances en materia científica y digital han copiado el funcionamiento del cerebro humano; a pesar de contar con el botón de "apagar" funcionan las horas completas de un día y pasan con absoluto descaro a continuar lo que hace en el otro, y el otro, y el otro día...

El mundo moderno se ha convertido en una carrera de innovación, creaciones y mercadotecnia de aspectos y artefactos tecnológicos. Resulta realmente impresionante como se han borrado fronteras e idiomas, uniendo a unos con otros a través de pantallas, teclados y cámaras, pero separándolos en el mundo físico. Quien llegue a leer mis palabras creeran que estoy en contra del proceso y desarrollo de las tecnologías... nada más distante de eso... nací y crecí en un mundo tecnológico; vivo constantemente rodeada de ella y la utilizo a cada instante, pero no por ello dejo de ver todo lo que he expresado aquí. Las tecnologías digitales nos han integrado como mundo y nos han derivado como personas, pues me atrevo a afirmar que todo ser viviente,, y con acceso a ella,, posee dos mundos: el mundo virtual y el mundo real, donde en ocasiones el primero llega a absorber de tal manera que borra su frontera con el segundo.

En un momento me pregunté la razón para que esto sucediera y encontré la respuesta en mi computador: en en el mundo virtual no existen límites ni perímetros, no hay absolutamente nada que no sea posible, con tan solo dar click en el botón de "reinicio", se puede regresar al lugar donde se empezó y evitar los errores que llevaron a elegir esa opción y hasta hasta corregirlo.

Los magos, hechiceros y demás conocedores de ciencias ocultas, jamás imaginarían esto; sus poderes son insignificantes ante la tecnología digital. Sin contar con el hecho de que, a diferencia de ellos, todos pueden ser inmortales, invencibles y todo poderosos, sin necesidad de unirse a un clan o tener un largo, agotador y aburrido entrenamiento. En cuestión de horas se puede pasar de aprendiz a experto, pero si se posee algunas claves, las horas se pueden convertir en milisegundos.

¡Ay, mi mundo digital! Siento que a pesar de todo lo bueno que ofrece, es, en momentos, a cambio de un alto costo... su dinámica nunca se detiene, sin importar si tropiezas y caes, no esperará a que te reincorpores. Un modelo viejo es facilmente reemplazado por uno con una mínima modificación en alguna opción que lo hace superior al modelo inicial, aunque éste haya salido tan sólo dos semanas antes al mercado.

La obsolescencia de equipos llevan a la saturación humana y a que la tecnología sea mal utilizada. El mundo moderno nos ha sido presentado de diversas maneras y es complicado determinar cuál es su verdadera utilidad y función. ¿En qué momento le dejamos todo a las máquinas o en qué momento tergiversamos el significado real de su fin?... que no es más que, ser una herramienta para agilizar y facilitar labores y comunicaciones que antes eran impensadas poder lograrlas.

No ha de sorprender que no se sepa diferenciar el fin real; muchas personas dejaron de saber qué es la realidad. El universo digital nos arrebató (o nosotros se lo permitimos): La inocencia... la inocencia de ver, para disfrutar y contemplar la esencia misma de la vida.

La tecnología digital no es la que nos ha cambiado,, hemos sido nosotros los que hemos permitido todo esto. Hay muchas ventajas... no todo es malo... podemos unir corazones, almas y voluntades para hermosos fines... además, está el hecho de que los seres humanos no contamos con obsolescencia programada... por lo menos, aún no...

Nota: está publicación es de mi autoría, y fue originalmente compartida en mi blog:

https://steemit.com/@flormarsal



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